El Verde le jugó de igual a igual al Millonario en el Monumental y tuvo su premio sobre el final cuando pudo empatar la contienda sobre el epílogo con un tanto de Lucas Pérez Godoy. La escuadra de Junín rescató un punto con el 1 a 1 que tiene un agradable sabor sobre todo por la entrega de sus jugadores que jamás se dieron por vencidos y plasmaron en la verde gramilla su idea de juego para continuar en la máxima categoría.

«Las ideas no se matan ni triunfan sin esfuerzo» dijo uno de los próceres de la República Argentina. Justamente Sarmiento aplicó en cancha lo que había mencionado Domingo Faustino, y le arruinó la noche a un River que dejó pasar la oportunidad de descontarle puntos al líder, Boca Juniors.

Los de Fernando Quiroz tuvieron chances muy claras en la etapa inicial apelando a desnivelar por las bandas. Con Marcos Astina completamente enchufado en la contienda, fueron los de Marcelo Gallardo quienes pasaron algunos sobresaltos como un remate que desvió Augusto Batalla con algo de esfuerzo, o una situación inmejorable de Gervasio Nuñez que terminó yéndose por encima del travesaño. Por el lado del local, las oportunidades eran escuetas frente a una férrea defensa de la visita y la más clara fue una pirueta de Lucas Alario que se encontró con una interesante salvada de Julio Chiarini.

Ambas escuadras se fueron al descanso con un 0 a 0 que le sentaba mejor a Sarmiento a pesar de haber creado más peligro que su oponente. Sin embargo, por cómo comenzó la complementaria, ese empate tenía mucho más valor ya que a los 5 minutos Sebastián Driussi abrió la cuenta y dejó prácticamente sin nada a los de «Teté». No obstante, ese tanto abrió espacios tanto para unos como para otros. Y River dilapidó oportunidades bajo el arco como una chilena que intentó ensayar Carlos Auzqui, con todo el arco a su merced, y que terminó pifiándola.

A todo esto el Verde no resignó sus intenciones ofensivas, se recuperó del aluvión Millonario abroquelándose en el fondo, y consiguió su premio cuando a los 36 minutos, Pérez Godoy definió por encima de Batalla para desatar la locura de la escuadra visitante. Y con la parda en el score, los de Gallardo sintieron un duro golpe del cual no pudieron reaccionar mientras los de Quiroz se conformaron con la unidad que se estaba recuperando.

River pasó de la euforia de acercarse a Boca, a la desazón de un empate que fue merecido pero inesperado. Sarmiento, con el 1 a 1, demostró que tiene ganas de quedarse en Primera y que no resigna en ningún momento sus buenas intenciones de juego. Como decía Domingo Faustino, «las ideas no se matan».