EL PORVENIR: EL HINCHA QUE IBA CON SU PERRO DE VISITANTE Y NO SE PIERDE NI LA RESERVA

Francisco Alí agosto 2, 2019


El hincha es lo más genuino que tiene el fútbol. Viaja a las canchas, se paga los viáticos y la entrada de su bolsillo, y regala el sentimiento sin esperar nada. Eduardo Luaces es un fanático más de El Porvenir pero con muchas historias para contar.

El hombre llega a la cancha, saluda a «medio mundo» y hasta le da palmaditas a los jugadores al fiel estilo de Timoteo Griguol. Pisa el césped del estadio Gildo Ghersinich y respira su propio oxígeno de pasión. No importa si es Primera o Reserva, él sigue igual a sus queridos colores. «Ya hace como tres o cuatro años que sigo a El Porvenir a todos los partidos de Primera y Reserva. Ahora me toca ir a Midland y saldré a las 10 de la mañana de casa y a la 13 o 14 horas ya estaré en Libertad», expresa el hombre de casi siete décadas y agrega que lleva una vida acompañando al Blanquinegro hasta con su perro: «Es un amor de toda la vida. Antes iba con mi viejo y la gente que me conoce sabe que venía con un perro de policía con la camiseta de El Porvenir y entraba a todas las canchas. Iba de visitante y me dejaban pasar con Alf (NdeR: nombre del perro). Durante el partido, estaba con nosotros y se movía con los hinchas».

Apretón de manos por aquí. Beso en el cachete por allá. A Eduardo lo conocen todos en El Porvenir y este amable señor canoso se hizo querer tan solo con su presencia. «Me gusta venir al club. Yo nací muy cerca, a tres cuadras. ¿Cómo no iba a venir? Ahora vivo en Wilde pero vengo igual. Siempre voy el colectivo o el tren sin importar el horario ni el lugar», cuenta y rememora su experiencia en el título de reserva del torneo pasado: «El último partido con Ituzaingó en cancha de Excursionistas que salimos campeones no me dejaban entrar a la cancha. De repente, la policía abrió la puerta y me metí rápido. Después los jugadores me bañaron con agua de la alegría».

Para él, El Porve es una pasión inexplicable y lo vive como todos. Tiene momentos de tranquilidad y también elige sus tiempos para putear poco. «Es un sentimiento, viste. No me enojo mucho cuando veo algún partido pero si hay que putear, puteo. Igual yo sigo a los colores, nada más. El club está siempre igual. Ojalá podamos volver a categorías más arriba y a tener jugadores como Garrafa Sánchez, Viola y otros buenos futbolistas. «, explica el hombre enamorado por la institución de Gerli.

Eduardo deja la charla con el periodista y sigue en su universo llamado El Porvenir.


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