ELECCIONES EN AFA: DEL PAPEL, AL PAPELÓN

Marcelo Patroncini diciembre 4, 2015


Lo vio el mundo entero. Tras más de tres décadas de grondonismo, la Asociación del Fútbol Argentino estaba lista para vivir una jornada histórica a través de las elecciones presidenciales que iban a definir si Luis Segura continuaba al frente del cargo máximo o Marcelo Hugo Tinelli reemplazaba, democráticamente, al ex mandamás de Argentinos Juniors. Sin embargo 75 asambleístas depositaron su papel en una urna que al abrirse contaba con un voto de más que llevó a suspender el evento. ¡Un papelón!

La fiesta estaba lista para vivir una tardenoche inolvidable en en el predio de Ezeiza. Una masiva convocatoria de dirigentes se dieron cita para un acto que llevaba demasiado tiempo sin realizarse en la casa madre del deporte por excelencia de todos los argentinos.

De a poco comenzaron los pormenores. Ángel Lozano tuvo que afirmarle a los presentes que no había renunciado y que tenía derecho al voto. Y mientras ello sucedía, las paredes del domicilio del presidente de Excursionistas eran pintadas con amenazas. Sin embargo los grafitti no fueron quienes definieron el desenlace de la elección.

Al haber dos cuartos oscuros, los primeros en sufragar fueron José Moscuzza de Aldosivi y el hijo del actual mandamás de AFA, Luis Segura, por Argentinos Juniors. A continuación llegó el momento de Julio Ricardo Grondona y de Homero Ingaramo de Atlético Rafaela. Más tarde le tocó el turno a Banfield junto a Belgrano, y a Boca Juniors con Colón de Santa Fe. Y ahí siguieron Defensa y Justicia y Crucero del Norte. Justamente fue Julio Koropeski, dirigente del Colectivero, quien tras sufragar se retiró del recinto habiendo cumplido con su obligación y sin saber cómo iba a terminar el show.

Cerca de las nueve de la noche y tras la apertura de los 75 sobres se informó que hubo un voto pegado en alguno de ellos, es decir 76 papeles para el papelón final. El recuento dio un empate 38 a 38. Matemáticamente imposible pero real. Nadie se percató de impugnar ese sufragio repetido, de hecho ni se dieron cuenta del error hasta el momento de ofrecer las cifras definitivas.

Y a partir de allí empezó el caos. Dos cuartos intermedios, discusiones por doquier, murmullos que graficaban a una noche histórica. Finalmente no hubo presidente electo y buscarán si hay unidad entre los candidatos o se vuelve a proponer una nueva fecha para que se vote nuevamente. Así se fue una jornada inolvidable que pasó de la fiesta al bochorno.


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