Si algo le faltó a la selección africana fue suerte porque llegaba de gran manera (campeón de su continente en reñida final ante Egipto) pero la baja de Sadio Mané a poco menos de dos semanas del arranque parecía dinamitar sus chances. Empezó mal y se recuperó de gran manera. Quedó eliminado ante Inglaterra pero su performance dio para el aplauso.
Los Leones de Teranga, como se conoce al seleccionado senegalés, llegaron a Qatar con ganas de dar el salto. Rusia había comenzado bien pero una sucesión de flojos resultados derivaron en una insólita eliminación por más tarjetas amarillas con respecto a Japón. Barajó fuerte bajo la conducción del histórico Cissé. En la Copa de África 2019 cayó en la final ante Argelia. Pero el 2021 fue a pura ganancia porque se impuso por los penales ante Egipto para quedarse con el trofeo continental y ante los Faraones también definieron el pase a Qatar. Partido recordado por los láseres en la definición por penales que Senegal se quedó por 3-1. Mane ahogó el sueño de Salah y compañía por duplicado. Ya en la previa fue que perdió a su máxima figura a menos de dos semanas del inicio de la Copa. Lo esperaron y hasta corrió el rumor que unos brujos ayudarían al gran ariete del Bayern Munich a recuperarse de manera milagrosa. En el corte definitivo no arriesgó y apostó al sentido común su entrenador Aliou Cissé, otro que sabe de historia con la camiseta verde. Mundialista en 2002 dónde se cargó a la Francia campeona del Mundo en grupos y llegó a cuartos de final ante Turquía. El inicio fue ante Países Bajos en el estadio Al Thumama en un match súper cerrado. Casi sin emociones. Lo tenía controlado pero Gakpo, gran revelación, puso la cabeza para abrir el partido a falta de cinco para el cierre. Luego vino el grito de Davy Klaassen para el exagerado dos a cero en favor de los muchachos de Van Gaal. Con la obligación a cuestas y sintiendo la ausencia de Mane se hizo cargo Ismaila Sarr. Boulaye Dia fue una buena referencia en el área contraria y el nivel de Idrissa Gueye fue clave en la gestación como en la llegada al área. Derrotó por 3-1 a la débil Qatar con una buena actuación ofensiva como de su golero Edouard Mendy que sostuvo a su equipo. En el mata mata anticipado frente a Ecuador manejó bien el partido y dominó buena parte del primer tiempo adónde sobre el final encontró el gol de penal de Sarr. Pagó una desatención atrás, algo que suele pasarle a los conjuntos africanos, pero con su capitán Koulibaly recuperó la ventaja para soñar con los octavos de final. Apretó los dientes y se quedó con el segundo lugar del grupo A. Tenía que esperar la definición del grupo B para conocer a su contrincante. La goleada de Inglaterra en la última fecha ante Gales lo depositó en su camino. Venía sobrellevando bien el trámite y hasta casi se pone en ventaja (gran tapada de Jordan Pickford en el primer episodio) ante los británicos pero cuando los de Gareth Southgate tuvieron sintonía fina con una definición de contra con Henderson todo fue casi imposible. Los otros goles demolieron cualquier atisbo de recuperación y la salida en la segunda fase se firmó en el segundo turno del domingo 4 de noviembre en el estadio Al Bayt.
La baja de Mane fue durísima de sobrellevar pero en la marcha encontró buenas apariciones. Sarr, Gueye (no pudo actuar ante Inglaterra por amarillas) y Pathé Ciss fueron buenas opciones. Aliou Cissé en la adversidad (perdida de su máxima figura en la previa y derrota en el inicio del grupo que lo obligó a reaccionar rápido) mostró buena muñeca y su despedida es agridulce. Cumplió una buena y acorde tarea en Qatar.
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