Racing hizo los goles en Santa Fe y ganó un partidazo ante un peligroso e insistente Unión, que mereció más pero cayó en su 15 de abril. La academia encontró la apertura con un tanto de rebote y ahí le agarró la vuelta al partido. El tatengue lo arrinconó durante todo el segundo tiempo pero el aguante del conjunto de Diego Cocca fue suficiente para evitar la reacción del local. Tres puntazos viajaron a Avellaneda.
Dos rivales peligrosos y una previa con promesas de buen fútbol. Los goles aparecieron temprano y con un poco de fortuna. La visita controló el balón y supo cómo doblegar y atacar a su rival de turno. A los siete minutos, los vestidos de celeste y blanco se encontraron con la apertura del marcador con un remate del paraguayo Romero, que rebotó en un defensor del local y descolocó a Nereo Fernández. El tanto le dio confianza al visitante y por eso llegaría al segundo con un tiro cruzado y bello de Gustavo Bou, que dejó sin chances al 1 santafesino. El tate buscó el descuento en esa primera etapa pero Sebastián Saja se convirtió en la figura de su equipo junto a Bou y Romero.
El complemento tuvo un sólo dueño y ese fue el conjunto dirigido por Leonardo Carol Madelón. Por izquierda, por derecha y por el medio intentaron los rojiblancos. Las situaciones aparecieron en cantidad con Malcorra, Riaño, Gamba y Soldano (ingresó en el medio del ST) pero nuevamente el 1 de Racing salvaría las papas. Ni Bou y Milito supieron liquidar la historia en dos contras que generaron y por eso dejaron con vida constantemente a su rival. De tanto intentar, el tatengue llegaría al descuento pero un poco tarde. A los 48 (de 49) Leonardo Sánchez estrelló la pelota con su cabeza y con un golpe cruzado la mandó a guardar. Al dueño de casa no le quedó tiempo para más y por eso perdió la chance de seguir sumando.
El premio se lo llevó Racing que convirtió en los momentos justos y aprovechó SU momento en el partido. Romero y Bou armaron los goles y Saja fue la resistencia perfecta para este duro Unión de Santa Fe, que lo buscó de manera constante en el complemento. La ofensiva tatengue no fue suficiente y por eso ganó el aguante académico.