La campaña de Villa San Carlos no es para tirar manteca al techo pero el equipo de Ingrao se agrandó, fue protagonista en el estadio 20 de octubre, se levantó de un gol tempranero y le dio vuelta la historia a un Tristán Suárez que quería sumar para seguir en puestos de reducido. Un duelo con golazos, emociones por doquier y hasta dos expulsiones. El que pena en los últimos lugares le ganó al que pelea arriba, así de pareja es la Primera B Metropolitana.
En el amanecer del partido, el lechero golpeó con una jugada individual de Franco Costa, que amagó a varios, recibió un pase de Diz y definió de forma rasante al lado del palo derecho de Del Riego. A los tres minutos, el local ya ganaba y parecía que la pulseada se la llevarían los de Pedro Monzón. Pero el fútbol es impredecible y se explica con la actitud de la Villa, que después del gol en contra de su arco se envalentonó y dominó el juego durante gran parte de la primera etapa. Recién a la media hora, Meineri vio un penal en el área y la visita obtuvo el empate con un remate certero de Sommariva a la red. Poco y nada le duró la alegría a los de Berisso porque un minuto después Costa volvió a desequilibrar, esta vez vez por derecha, y Abel Sandoval empujó el remate de su diez. Injusto resultado parcial pero el dueño de casa convirtió los goles y eso habla por sí mismo.
La actitud del visitante no cambió y siguió con intenciones de llevarse algo. Y lo lograría a los diez del complemento con un magistral disparo de tres dedos de Gonzalo Raverta. Como si fuera poco, una decena de minutos más tarde, la Villa volvió a sorprender con otro golazo, esta vez de Barboza con un tiro cruzado y desde afuera del área que se clavó en el ángulo del arco de Lugo. Desde ese momento, el juego captó la lógica y colocó al local con la obligación de buscar el marcador pero jamás llegaría con el peligro suficiente. Las contras para el conjunto celeste no llegaron a buen puerto y por eso nada se modificó y sólo nos «regalaron» las expulsiones de Figueredo (29´ST) para el visitante y de Matías Molina (47´ST) para el dueño del hogar.
Ocho partidos sufrió Villa San Carlos para conseguir un triunfo y lo termina logrando en un reducto complicado y frente a uno de los candidatos al reducido. Con personalidad y actitud, la visita se llevó un triunfo fundamental para salir del fondo con golazos que deleitaron al público. Al Tristán Suárez le faltó hambre y se dejó manejar por su rival. En el estadio 20 de octubre quedó claro que se agrandó la Villa.
