Huracán volvió a sonreir de la mano de su salvador Wanchope Abila con un triunfo por 1 a 0 ante Estudiantes de La Plata. El partido sólo tuvo las luces del estadio Tomás Adolfo Ducó porque los equipos no estuvieron encendidos a la hora de jugar. Al globo le ocurrió lo mismo que en San Juan (2-3 ante San Martín): se comió varios goles de contra y sufrió los intentos fallidos del Pincha por empatar.
El estilo europeo de los dirigidos por Gabriel Milito todavía no triunfa en el Fútbol Argentino. Las intenciones de salir jugando por abajo, atacar por las puntas y buscar el medio del terreno están claras, el problemas es que aún no le sale y los rivales le toman la mano de manera rápida. Los de Apuzzo presionaron la salida del visitante y le impidieron a su contrincante el juego limpio desde la defensa. Mientras el local se las resbuscaba para llegar al arco de Navarro con algunas subidas de Espinoza comandadas por Toranzo. Sin embargo, en los primeros cuarenta y cinco, fallaron en la creación y ni se lastimaron salvo por una acción en el final. Espinoza atacó por derecha, pateó al arco con un remate cruzado y justo se presentó la pierna de Wanchope Abila para corregir y mandarla a guardar. Con el gol apareció el desahogo y el epílogo del primer tiempo.
Los fantasmas se dieron una vuelta por Parque Patricios. Después de no liquidar la historia en el encuentro pasado en San Juan, otra vez se perdieron varias chances en el arco de enfrente y el pincharratas poco a poco tomó la responsabilidad de la pelota pero nunca atacó con decisión. El visitante chocó con su falta de jerarquía en ofensiva y sólo se acercó con un gol bien anulado. Sobre el final se inclinó la cancha aunque los centros al área de Marcos Díaz no sirvieron de nada.
Desahogo. Alegría. Fiesta. Son las palabras para describir la victoria del globo por 1 a 0 ante el pincha. Lo pudo liquidar antes y por eso sufrió un poco. En realidad, casi nada porque Estudiantes estuvo lejos de ser un equipo peligroso. No le sobró nada pero el triunfo sirve porque Huracán se desp»Abila» con Wanchope.