El Dragón se recuperó de la paliza del fin de semana pasado en el Bajo Núñez y, tras cuatro fechas sin triunfos, volvió a sonreir en el norte argentino. En la Tacita de Plata, el conjunto porteño derrotó por 3 a 1 al Lobo en el debut de Felipe de la Riva como entrenador rojinegro.
Se terminó el invicto de Gimnasia de Jujuy y, con ello, también pasó a estar fuera de la zona de playoffs. Más allá de las quejas al referato de Fabrico Llobet, la realidad indicó que el triunfo le perteneció a Defensores de Belgrano que, si bien también pudo perderlo, contó con la experiencia de Juan Olivares para ganarlo.
A los 11 minutos vio la primera amarilla y cuando iban 23, la segunda. Diego López dejaba al dueño de casa con diez jugadores desde bien temprano y allí, Arnaldo Sialle, tuvo que meter mano para evitar sofocones. El reclamo de un penal no dado enfureció aún más a la escuadra albiceleste mientras que, antes del descanso, los del Bajo Núñez abrieron la cuenta gracias a un buen centro de Marcos Rivadero que conectó Iván Sandoval para vulnerar la resistencia de Fernando Otarola.
Con un hombre de menos, primó el orgullo y los muchachos del Lobo le hicieron frente a las adversidades en el arranque de la complementaria. Al cuarto de hora, el ex Racing, Leandro González, ejecutó un córner que cabeceó Facundo Suárez para clavar el 1 a 1 parcial que le daba vida a los jujeños. Incluso Gonzalo Lencina tuvo dos ocasiones para torcer la historia pero no pudo con Ignacio Pietrobono ni tampoco con el travesaño.
A quince para el final, todo se derrumbó en el elenco de Sialle. Expulsión para Guillermo Cosaro, penal para el Dragón, y tanto de «Maravilla» Olivares que significó el 2 a 1 parcial. Pero el ex Platense aún tenía un cartucho más en sus botines y de contragolpe le puso el broche de oro a una actuación del conjunto rojinegro que volvió a prenderse en las charlas de arriba pero fuera de la zona de Reducido.
Defensores de Belgrano, con nuevo DT, y con una maravillosa actuación colectiva, se impuso por 3 a 1 en el norte argentino para dejar en el pasado aquellos encuentros donde el triunfo no los acompañaba. Gimnasia de Jujuy, masticando bronca por las oportunidades dilapidadas y el arbitraje de Llobet, dejó el invicto y también su plaza provisoria en los playoffs de la Primera Nacional.