ESTUDIANTES (LP) 4 – QUILMES 1: LA BIRRA DURÓ UN TIEMPO

Se acabó nomás. La racha que llevaba Facundo Sava como entrenador del Cervecero tuvo su fin en el Único de La Plata cuando el Pincharrata, en un segundo tiempo formidable, le dio un cachetazo inolvidable. De esta manera el elenco que llevaba un invicto de 10 partidos dejó en el camino su buen momento con un 4 a 1 lleno de condimentos.

Ganaba Quilmes en los 45 minutos iniciales y todo era alegría para el conjunto visitante. No obstante, Estudiantes reaccionó en la complementaria y aplastó a su contrincante que pareció jugar con amnesia. Inseguro en los pases, con grandes errores defensivos y problemas por las bandas, a Walter Benítez en una noche le hicieron la misma cantidad de goles que había recibido en una decena de encuentros.

La etapa inicial fue muy irregular. El Cervecero arrancó con todo pero luego entró en una meseta y se sumó a la intrascendencia que planteaba el León. Una volea de Claudio Bieler a los 40 segudos de iniciado el partido fue la propuesta desde el comienzo. Sin embargo los de Sava volvieron a generar riesgo sobre el final cuando, una pésima entrega de Sebastián Domínguez para Leandro Desábato, derivó en el tanto de Sebastián Romero que simplemente tuvo que empujar el centro de Alexis Canelo ante un Hilario Navarro completamente resignado. «Chirola» una vez más se anotaba frente a un rival muy conocido por él por su eterno vínculo con Gimnasia, y así se iban al descanso alargando la racha quilmeña a once encuentros sin caídas.

Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, el conjunto de Diego Milito cambió su imagen y revirtió el marcador. A los 4 minutos Carlos Auzqui acarició una asistencia de Álvaro Pereira y marcó el 1 a 1. En la jugada siguiente Lucas Rodríguez no reclamó un claro penal de Lucas Godoy sobre Ezequiel Cerutti y sin esperar que Pedro Argañaraz marque algo, venció a Benítez para estampar el 2 a 1.

En cuestión de segundos Estudiantes se ponía en ventaja y dejaba al descubierto falencias que hace rato no se veían en su oponente. Perdido en tiempo y espacio, Quilmes sufrió el resto del partido. Y pasado el cuarto de hora se tornó irremontable el marcador porque Luciano Acosta filtró entre líneas una pelota para que Auzqui, mano a mano, anote el 3 a 1.

Sobre el final y cuando todo era un monólogo del Pincharrata, llegó la muestra clara de lo entragado que estaba el Cervecero. Un centro pasado de Acosta parecía que iba a ser cortado sin problemas por Benítez pero no fue así. La pelota se le escapó de las manos al arquero y allí estaba, muy atento, Rodríguez para irse solito de cara al arco y sentenciar el 4 a 1 definitivo.

La ilusión de Quilmes duró un solo tiempo. Después se llevó una paliza que no se condice con el gran presente que venían atravesando. La birra se acabó en la primera parte y luego Estudiantes rugió en la que fue, tal vez, su mejor noche del año para ilusionarse con un lugar en la liguilla pre Libertadores de América.

Acerca de Marcelo Patroncini 19141 Articles
Nació en agosto de 1982. Leonino y soñador. Desde chico jugaba a ser periodista con la máquina de escribir que había en su casa. Amante del fútbol, la gastronomía y los viajes. En 2005 fundó Vermouth Deportivo junto a Fran Alí.
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