El gol de Aldo Serena a cinco minutos del final definió el destino de La Celeste que voló como una paloma hacia tierras sudamericanas. La Azzurra venció por 2 a 0 al elenco charrúa por los octavos de final de Italia 90 y se metió en la siguiente instancia donde lo esperaría la sorpresiva República de Irlanda.
Liderar el grupo A le abrió el camino a Italia que ganó los tres partidos de su zona pero no convenció al público romano. El acierto de Salvatore Schillaci le daba algo de esperanzas a la escuadra de Azeglio Vicini que mantenía el invicto en su valla pero le costaba generar demasiado en la opuesta. Claro que también, la suerte corrió de su lado porque los rivales no eran tan bravos como el manso Uruguay que llegó con muchos pergaminos y se retiró sin penal ni gloria de la Copa del Mundo.
El primer tiempo fue parejo. El árbitro inglés, George Courtney, le anuló un gol a Giuseppe Giannini que ejecutó un tiro libre con muchísima clase pero no respetó que era una pelota parada indirecta. Los de Oscar Washingon Tabárez también contaron con una buena chance en el capítulo inicial pero el «Pato», Carlos Aguilera, llegó sin oxígeno a liquidar un contragolpe y terminó ofrendándole un débil remate a Walter Zenga.
En la segunda mitad, Fernando Álvez empezó a erigirse como figura en Roma. Una siesta de los centrales de Uruguay le permitió a Schillaci picar al vacío y quedar mano a mano con el guardameta que le tapó un notable remate. Instantes más tarde, el mismo portero voló contra su parante izquierdo para desactivar un bombazo de Luigi De Agostini que tenía destino de red. Italia era más y tuvo su premio a los 20 minutos de la complementaria cuando, en una riquísima jugada colectiva, Roberto Baggio tocó para Aldo Serena y este para «Totó» que, desde afuera del área, colgó la redonda del palo más lejano de la cueva sudamericana para desatar la locura del público local.
La Celeste sabía de su carencia ofensiva. Oscar Tabárez mandó a la cancha a Antonio Alzamendi y comenzó a jugar con tres puntas soñando con el tanto del empate. Sin embargo de la única forma que lograba inquietar a Zenga era como bombazos de José Perdomo hasta que la ilusión charrúa se desmoronó cuando, a cinco del final, Serena cabeceó un tiro libre de Giuseppe Giannini y puso cifras definitivas en el estadio Olímpico.
Con un repertorio mediocre, distinto a lo que se esperaba de ellos, Uruguay abandonó Italia 90 sin imaginarse que no volvería a jugar una Copa del Mundo hasta el milenio siguiente. Italia, el dueño de casa, volvía a mostrar firmeza y con el 2 a 0 frente a un país bicampeón mundial clasificaba de forma «Serena» a los cuartos de final de la máxima cita del deporte más hermoso del globo terráqueo
ITALIA (2) – Zenga; Baresi, Bergomi, De Agostini, Ferri, Maldini; De Nápoli, Giannini, Berti; Baggio y Schillaci. DT: Azeglio Vicini.
URUGUAY (0) – Álvez; Gutiérrez, De León, Domínguez, Pintos; Ostolaza, Perdomo, Pereira, Aguilera; Francescoli y Fonseca. DT: Oscar Washington Tabárez.
ESTADIO: Olímpico (Roma)
GOLES: 20´ST Schillaci (I) y 40´ST Serena (I)
ÁRBITRO: George Courtney (Inglaterra)