EL DÍA QUE RACING DE CÓRDOBA SE GANÓ EL PRO.DE.

El fútbol nos regala historias inolvidables y únicas como el Racing de Córdoba de 1984. Ese equipo académico hizo la mejor campaña en Primera División y no sólo jugaba bien y le hacía fuerza a cualquiera sino que también tuvo la genialidad de armar una boleta de PRO.DE. y ganarla con la definición de su propio partido ante el Ferrocarril Oeste de Griguol.

«Fue en el año 84. Teníamos juntada plata de multas, no sabíamos qué hacer y un día decidimos gastar el dinero en una boleta de PRO.DE. Un miércoles nos juntamos en el entrenamiento e hicimos la boleta con el plantel y el cuerpo técnico. Democráticamente se eligieron los partidos, se pusieron cuatro encuentros triples con resultado asegurado que eran tres de Primera B y cuatro duelos doble y el resto libres de los cuales estaba el nuestro. Justo se dio la casualidad que cerraba nuestro partido frente a Ferro en Córdoba. Estábamos concentrados y durante el sábado se fueron dando los pálpitos que habíamos puesto en PRO.DE. y el domingo a medida que iba transcurriendo la fecha llegamos a las seis de la tarde con doce aciertos y faltaba el partido nuestro», narra la verdadera historia el autor de los goles de la noche ante el verdolaga, Roberto «Pato» Gasparini.

Todos los nervios se juntaron en el mismo día. Ganar el PRO.DE. significaba el doble de premio: los tres puntos y dinero. «Fuimos al estadio con un nerviosismo tremendo porque jugábamos con el Ferro de Griguol, Márcico, Saccardi y Cuper.  Pedro Machetta no dio charla técnica. ¿Qué charla podía dar si teníamos que ganar porque teníamos doce puntos en el PRODE? El ganar te daban los tres puntos. El incentivo nuestro era ganar el PRODE. No había dudas. Tuvimos la suerte de ganar 2 a 1, yo hice los dos goles y ganamos el PRODE. Al otro día nos enteramos que había muchos ganadores y por eso quedó más en lo anecdótico», cuenta el ex mediocampista de Racing de Córdoba y Rosario Central y agrega sobre la exactitud de la plata obtenida: «Había para repartir U$S 1.700.00 pero hubo 100 ganadores y por ende para cada vencedor había U$S 17.000. A eso tenías que sacarle un 30% de impuestos. Eso había que dividirlo con el plantel y no llegamos ni siquiera a U$S 200 cada uno».

Las anécdotas de Roberto Gasparini son muchas acerca de esa noche gloriosa y la primera que se le vino a la cabeza en nuestro programa en Radio Punto en AM 1400 de 20 a 22 horas fue la intervención del rival para impedirle la hazaña y un antecedente entre un compañero del «Pato» y el Ferro de la valla invicta de Carlos Barisio. «Para nosotros jugaba Humberto Bravo, el jugador de Talleres de Córdoba que le había sacado el invicto en el arco a Barisio, el arquero de Ferro. Cuando bajaba al vestuario en la cancha de Instituto, que es donde jugábamos de local, le dije al capitán de ellos, Cuper, que teníamos doce puntos en el PRO.DE. y ellos lo empezaron a charlar a Bravo y le dijeron que no se olvidaban de que les cortaron la racha el año anterior y que no nos iban a permitir ganar el PRO.DE. Faltando cinco minutos hago un gol de tiro libre que definió el partido que nos hizo ganar el PRO.DE. Lo único que no se hizo jamás fue poner el partido final a última hora. Después se jugaron todos los encuentros a la misma hora. Se especulaba con que nosotros habíamos arreglado todo pero teníamos ganador. Imaginate si teníamos perdedor, el escándalo que hubiese sido. Se ve que confiaron en ese Racing o mucha gente especulaba y ponía los triples en los últimos partidos. Al haber vacante de un día, la gente jugaba más para la otra semana».

Impensada y única. Una historia para hacer una película o un cortometraje contada por uno de sus protagonistas, Roberto «Pato» Gasparini. Sus dos goles generaron euforia en el plantel para quedar en el recuerdo no tanto por el dinero ganado sino por el equipo de fútbol que una vez ganó el PRO.DE. ganando su propio partido.

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Nació un día después del gol del Diego a los ingleses pero llegó justo para el postre contra Alemania Federal. El fútbol es su vida. Escribe de la misma manera que juega: excelente. Por eso es crack. Los Piojos y Atlético Madrid son su debilidad. En 2005 fundó esta locura llamada Vermouth Deportivo.
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