Los mismos de siempre. Los que cargan a su rival por una pequeñez. Los que no saben comportarse en una cancha como buen visitante, ni siquiera para llegar ilesos a sus casas y contarles a sus familias la experiencia de ser uno de los pocos que pueden observar a su equipo en rodeo ajeno. Los «dirigentes», «hinchas» y/o «¿barras?» de Independiente volvieron a demostrar que estamos lejos de ser un país civilizado y comprensible. Esos allegados del Rojo en el Cilindro de Avellaneda, la casa del rival de toda la vida, cantaron el «típico» «están todos cagados» cuando el Diablo le cascoteaba el rancho a la Acadé en el campo de juego pero sólo debían callarse y mirar el clásico que les era totalmente adverso.
Los mismos de siempre pero del lado académico tampoco se comportaron. La respuesta de los plateístas de Racing no tardó en llegar. Primero, unos pocos pidieron de manera poco educada que los intrusos cierren el pico (por no decir otra cosa) aunque luego los pocos se convirtieron en una multitud queriendo pasar al sector de Independiente, sólo para herir a su «par». La locura de los «hinchas» terminó en un escándalo en pleno sector de prensa con pupitres y televisores volando hacia al lugar de los allegados del Diablo. La policía aguantó el gas pimienta hasta donde pudo pero no quedó otra que evitar lamentos. Lo peor de todo es que a los propios «fanáticos» no les importa ni sus instalaciones ni el esfuerzo del Departamento de Prensa para reponer todos los destrozos. Algunos periodistas la ligamos de rebote como en muchas ocasiones pero ¿creo? que lamentablemente es parte de nuestra profesión.
Los mismos de siempre también roban el trabajo de uno que sin recursos, ni sueldos, ni viáticos la pelea desde abajo sin apoyos políticos ni económicos, con la bandera del periodismo. ¿Acaso el Diario Olé y TyC Sports no tienen las herramientas necesarias para estar en el lugar de los hechos? ¿Por qué tienen que robar una foto que ya tiene dueño y tomarlas como si fuera suya? No llevamos la cuenta de los costos para realizar este material tan sincero como Vermouth Deportivo pero claramente debemos superar los cien mil pesos. Y miren que somos gente de dos o tres trabajos para subsistir en esta selva denominada vida. Solo esperamos respeto de nuestros colegas para sobrevivir en este ambiente tan hermoso.
Sólo esperamos tres cosas: 1) Que los pocos visitantes que tienen la suerte de asistir a todos los estadios se comporten como deben. 2) Que los locales no intenten herir a sus pares ni tampoco romper las instalaciones de sus clubes. 3) Que los medios periodísticos de más recursos no hurten material de otros o que por lo menos mencionen a la propiedad intelectual de la imagen o lo que sea. Sólo trabajamos igual que ellos, no robamos ni cobramos, sólo dejamos la vida por un servicio de información gratuita con revista papel y digital, radio, página web y redes sociales, sin sacarle plata a nuestros lectores. Eso es hacer periodismo.