Así no juego. Ustedes tuvieron más descanso que nosotros. Si ellos no prestan jugadores, yo tampoco. Empecemos cuando estén todos. ¿Por qué algunos tienen ventaja?. Estamos enojados pero vamos a jugar igual. Todas estas frases sueltas podrían ser parte de un diálogo infantil entre compañeritos de colegio previo al pan y queso de un recreo pero en verdad fueron dignas de un enero donde los chicos se portaron como grandes y, los grandes, como chicos.
Si se lesiona el que mejor le pega, lo reemplazamos como sea. No importa que falten nombres, nos sobra caracter. Estamos los que tenemos que estar y con eso basta. La celeste y blanca está por encima de todo. No me importan los millones ahora, cuando logremos el objetivo nos sentamos y conversamos. Sin dudas, oraciones sueltas que bien podrían ser de adultos pero que fueron mencionadas por un sub 23 que se distanció de cualquier discordia para dejar en claro que ya crecieron y que su grandeza se midió con un título inolvidable.
El Sudamericano disputado en Colombia arrancó con un gol de los Cafeteros a los 7 minutos. Sin lugar a dudas, más de uno habrá sostenido en este pequeño tiempo que se avecinaba otro fracaso de Argentina. Pero llegó el gol de Alexis Mac Allister y luego el de Adolfo Gaich para ganar por 2 a 1. Luego se derrotó a Chile, a Ecuador, a Venezuela, a Uruguay y nuevamente a los anfitriones para alzarse con el Preolímpico a falta de una fecha por cumplir el calendario. Panquques de verano, dignos del argentino promedio que acomoda su postura según sople el viento.
Del 38 a 38 con 75 votos posibles, un nuevo capítulo se escribió en el fútbol criollo. Se analizó el calendario y en una votación, el que ganó tuvo 9 sufragios a favor contra 15 en contra. Las aritméticas con las que se maneja el deporte más hermoso de todos. Lo cierto fue que la Superliga arrancó sin problemas. Y esas peleas de chicos quedaron en el olvido porque unos pibes, menores de 23 años, se hicieron grandes de golpe para silenciar a muchos y para que todos gritemos sin parar en un festejo inolvidable. Nos vemos en Tokio.