El Cuervo venció por la mínima diferencia al Quemero en cancha de Platense y se metió en la pelea por conseguir un lugar en el octogonal final de la Primera B Metropolitana. Así también la escuadra de Gustavo Cisneros se aprovechó de su rival que no anotó goles en la mitad de los partidos que disputó esta temporada.
Fénix tenía sed de revancha por el encuentro que, el pasado miércoles, perdió injustamente frente a Deportivo Riestra. Y, como durante todo el campeonato, el equipo blanquinegro mostró orden y hambre de gloria en los primeros minutos de la contienda. Acassuso, sorprendido una vez más, no pudo hacer pie en Vicente López donde ganó solamente cuatro encuentros de los catorce que disputó.
A los 18 minutos del primer tiempo llegó la única conquista del mediodía cuando Alfio Lorenzo ubicó un centro en la cabeza de Facundo Vera quien abrió la cuenta por esa vía dejando sin reacción a Julio Salvá. A partir de ese entonces el Cuervo se dedicó a cuidar el esférico, se cerró muy bien atrás y a la escuadra de Walter Otta no se le cayó una sola idea para ir a buscar la igualdad.
Para la complementaria el panorama cambió porque la visita siguió conservando el resultado pero el equipo de Boulgone adelantó sus líneas buscando la paridad. La férrea defensa del ganador y la impericia del local se volcaron en aisladas situaciones de peligro que generó el Quemero pero que fueron bien resueltas por el guardameta, Mariano Mittelman.
Fénix ganó porque lo mereció en el primer tiempo y lo aguantó en la complementaria. Sabía que enfrente estaba este Acassuso al que le cuesta muchísimo convertir y justo ante los de Cisneros que son uno de los equipos con la valla menos vencida de la temporada.