Con un gran primer tiempo, Villarreal no tuvo problemas en sacarse de encima al pobre Valladolid en La Cerámica. Fue un triunfo por 2 a 0 con dos goles en los cuarenta y cinco iniciales en donde se notaron las diferencias en la tabla: el Submarino amarillo crece en los primeros puestos y los blanquivioletas se hunden en la última colocación sin estrenar el casillero de las victorias.
Fue tan clara la superioridad del equipo dirigido por Unai Emery que la apertura pudo llegar antes de lo que realmente sucedió. Recién, cerca de los veinte, Samuel Chukwueze remató rasante y fuerte al primero que sería la premonición del segundo de Pau Torres a la salida del córner. Si no hubo más goles para el local fue porque la puntería cambió su perfil.
En el complemento, el dueño de casa se relajó y le dio un poco de terreno a los pucelanos que se animaron, aún con sus limitaciones, aunque no tuvieron suerte por los dos disparos en el palo. La fortuna no estuvo del lado visitante y los tres puntos quedaron en casa.
El Submarino Amarillo se anima a pelear por un puesto de Champions y se ilusiona con su buen rendimiento futbolístico en el inicio de la Liga. Valladolid es la contracara: volvió a perder y continúa sin ganar en el torneo.
