La ciudad de Valencia corre riesgo de perder la sede del Mundial 2030 por una contingencia en relación al estadio Nuevo Mestalla. El club informó a la Generalitat Valenciana (Gobierno) que le pondrá la forma al protocolo FIFA tras la determinación del Ayuntamiento de solicitar una auditoría externa sobre el futuro escenario.
La institución aleja una inseguridad jurídica ante la promesa de terminar el estadio a tiempo no puede comprometerse a prometer la finalización de su nuevo reducto en tiempo y forma, según estipula la FIFA.
Según informa Marca, Valencia esperará la reacción del gobierno valenciano, máximo interesado en la realización del Mundial 2030 en su ciudad. Sin embargo, para el club no están dadas las condiciones para firmar dicho protocolo.
Las obligaciones de la FIFA se basan en el compromiso de contar con las infraestructuras necesarias para ser sede oficial: instalaciones deportivas de entrenamiento, aeropuertos, capacidad hotelera y un estadio que aplique a las necesidades de la FIFA.
El plazo para entregar el protocolo firmado a la entidad máxima del fútbol se vence el viernes 23 de febrero y deberían aparecer todas las firmas, incluida la del dueño del estadio, que no puede asegurar la finalización del mismo. Hay rumores sobre una posible ampliación de tiempo de uno o dos meses ante cualquier problema pero el tiempo corre rápido y a la ciudad de Valencia se le acaba.