Los Leones del Imperio y el Pincha quedaron a mano en el Antonio Candini y extendieron su sequía de triunfos en el certamen. Fernando Evangelista abrió el marcador para los de Caseros y Franco Pardo puso en tablas el resultado sobre el cierre de la primera parte.
La vigesimotercera fecha de la Primera Nacional tenía en el último turno del lunes el enfrentamiento de los Estudiantes. El de Río Cuarto venía de igualar sin goles contra Alvarado, mientras que su homónimo de Caseros también había empatado en cero con Gimnasia de Mendoza. Ambos equipos no pudieron ganar en los últimos siete partidos y quedaron lejos de los puestos del reducido, por lo que querían recuperar terreno.
Unos noventa minutos que reflejaron el momento que atraviesan cada uno. En la primera parte, los Leones del Imperio fueron apenas un poco más que su rival, sin embargo, todo quedaba en intenciones. La visita fue quien golpeó primero a través de un tiro libre ejecutado por Sebastián González que Fernando Evangelista llegó a conectar para inflar la red.
En un encuentro cerrado, la pelota parada es la llave para las emociones y esta vez no fue la excepción. Durante el tiempo adicionado de la etapa inicial, Francisco Romero mandó el centro, Damián Adín la bajó en el área y Franco Pardo con una pirueta puso la paridad en el marcador.
Con el empate sobre el final, las expectativas de que el desarrollo de juego cambie en el segundo tiempo crecieron. Pero los segundos cuarenta y cinco minutos fueron parecidos a los del comienzo. Imprecisiones, poco juego, nulas asociaciones y escaso peligro. La única diferencia es que no hubo goles.
Un punto para cada uno que no le conviene a ninguno. Los dos llegaron a los ocho cotejos sin victorias y la esperanza del ascenso se va esfumando con el correr de las jornadas.