Sanma necesitaba abrir la cuenta para poder plasmar en la verde gramilla del Francisco Boga todas sus virtudes. Una vez que se puso arriba en el marcador, el conjunto de Daniel Stechina dominó las acciones a su antojó y acabó goleando al Tambero por 3 a 0 con una actuación que por momentos fue digna de los mejores ballets de Primera.
Le costó arrancar a San Martín de Burzaco hasta que lo hizo. Y cuando los motores se pusieron en marcha, el dueño de casa no tuvo piedad con un Cañuelas que pudo descontar pero dependió constantemente de Gianfranco Ottaviani quien no pudo batir la resistencia del experimentado «Ruso», Federico Scurnik.
La media hora inicial fue tediosa. Ni unos ni otros le acertaban al arco. El 0 a 0 parecía encaminarse hacia los camarines hasta que a los 38 minutos Ezequiel Yasinski sancionó un penal que nadie discutió en el conjunto de la dupla Nicolás Iñíguez – Gonzalo Márquez. La clase del ex Banfield, Emiliano Terzaghi, permitió que el disparo desde los doce pasos inflara las redes en el Francisco Boga y comenzase a cambiar para siempre el rumbo del encuentro.
En la complementaria, San Martín de Burzaco se apoyó en un Maximiliano Gay intratable. El platinado atacante enloqueció a Cañuelas que no le encontró la vuelta ni a él ni a sus compañeros en el tren de ataque. Sin embargo, al minuto del capítulo final, fue Cañuelas quien dilapidó la chance del empate cuando Ottaviani a puro dribbling asistió a Santiago Sosa que terminó rematando muy cerca del ángulo superior izquierdo del caño de Scurnik.
El resto fue de los Azules. Iban 12 cuando Gay avanzó a pura potencia por el flanco derecho, descargó sutilmente para Bruno Rodríguez y el delantero, con la siete en la espalda, ubicó el esférico contra el palo más lejando de la cueva defendida por Gastón Brambatti. El Tambero volvió a arrimarse cuando el dueño de casa se floreaba pero el «Ruso» se quedaba con un formidable de pique al césped de Ottaviani.
La segunda mitad tenía la tónica que le había faltado a la primera parte. Sin embargo el 2 a 0 sabía a poco para los de Stechina que no aflojaron hasta las últimas consecuencias y consiguieron la goleada cuando Emanuel Saporito culminó una gran acción colectiva tras ingresar sin marcas por el costado derecho y sacar un zapatazo inajatable por su violencia con el fin de poner cifras definitivas en el Francisco Boga.
Cañuelas dejó pasar la chance de quedar como líder del campeonato de la Primera C junto a Deportivo Merlo y cosechó su segundo tropiezo lejos del Jorge Arín. San Martín de Burzaco se despertó a tiempo, goleó por 3 a 0 a un duro rival, y demostró que pudo hacerse fuerte en su recinto donde obtuvo todos los puntos que disputó. Otra vez, Sanma, cuando se lo propuso, jugó al fútbol con destellos de ballet.