El último campeón del fútbol argentino se levantó raudamente del traspié sufrido el pasado fin de semana en Rosario y derrotó, sin brillar pero con autoridad, al Verde de Junín por 2 a 1. De esta manera la diferencia con el puntero, Boca Juniors, es de cuatro unidades a falta de trece fechas por jugarse.
Saca pecho el Racing de Diego Cocca. Porque el entrenador ya había anticipado que este plantel supo reponerse de cualquier adversidad y, una vez más, lo demostró. Tras la paupérrima actuación ante Newell´s Old Boys de Rosario, el elenco de Avellaneda, se hizo fuerte en casa para no perderle pisada a los puestos de vanguardia. Preocupante es lo de Sarmiento que no sólo lleva siete jornadas sin ganar sino que además, su técnico, Sergio Lippi, se vio obligado a realizar dos cambios tácticos en el entretiempo al ver la escueta reacción de algunos jugadores.
La primera llegada de la noche fue para la visita por un nuevo error defensivo del dueño de casa. Sin embargo, cuando la Academia tomó la pelota, inquietó a César Rigamonti. A los 4 minutos Luciano Lollo no la pudo empujar debajo del arco pero sí Leandro Grimi logró conectar el esférico con su cabeza para que se pierda apenas por encima del horizontal. Poco tardó en lamentarse la escuadra local porque en la jugada siguiente llegó un largo pase de Iván Pillud para Francisco Cerro, que envió un venenoso centro, para que Diego Milito, de pecho, la empuje al fondo del arco. Así, muy temprano, el último campeón ya daba la nota en el Cilindro con el 1 a 0.
Sarmiento no encontraba magia en los pies de Nicolás Sánchez e incluso desperdiciaba un importante tiro libre en los botines de Alexis Castro. Por eso mismo, Racing jugaba sin intensidad pero apelando a la tranquilidad del resultado a favor. De este modo, pasada la media hora, Luciano Aued puso en órbita un tiro de esquina que recibió Lollo en la medialuna y, automáticamente, depositó otra vez la pelota en el área grande para que Washington Camacho, de palomita, estampe el 2 a 0.
Cómodo en el marcador se iba la Academia a los vestuarios, sabiendo que el Verde poco había mostrado. Lippi sacó a Sánchez y puso a Tobías Figueroa, también salió Nahuel Quiroga e ingresó Mauricio Casierra. A los de Junín les restaba aún la mitad de la contienda para revertir no sólo el resultado sino los pasajes de imagen pálida que habían dejado. Pero el local avisó, ni bien comenzada la complementaria, que no sería fácil.
Pudo anotar el tercero Gustavo Bou a los pocos segundos del pitazo de Saúl Laverni pero la bola dio en la pared externa del arco. Contó con otra chance Milito pero trastabilló antes de quedar mano a mano con Rigamonti. Y así, de a poquito, el dueño de casa fue entregando la pelota y el campo. La visita se arrimó lentamente pero sin demasiadas ideas. Recién a los 22 minutos, Sebastián Saja intervino para desviar volando al tiro de esquina, un zapatazo de Maximiliano Fornari. Los de blanco y celeste quedaban sujetos a liquidar la contienda con algún contragolpe letal pero su historia siempre dijo que se debía sufrir hasta el final. Así fue que, en tiempo de descuento, Figueroa se encontró con un regalo en el rectángulo mayor y clavó el 2 a 1. Sin embargo, ya era el epílogo, y los de Lippi quedaron con las ganas de concretar una histórica remontada.
Racing ganó, una vez más en su estadio, y estiró a ocho la racha de triunfos consecutivos en el Cilindro de Avellaneda. La ilusión de pelear el campeonato ha quedado intacta tras este 2 a 1 con el que, el último campeón, sacó pecho para decir presente una vez más.