Con mucha paciencia y orden. Así la Academia de Diego Cocca derrotó al Bicho en Avellaneda con un tanto del paraguayo, Oscar Romero, sobre el final del partido. Sin embargo, a pesar de esperar hasta el epílogo, el dueño de casa lo ganó desde el arranque entiendo que el gol iba a llegar en cualquier momento.
Prolijo en todas sus líneas, Racing desde el primer minuto fue el protagonista de la noche. Un largo pelotazo de Luciano Lollo para Gustavo Bou que, tras ganarle la espalda a los centrales de Argentinos Juniors, desperdició un mano a mano ante Adrián Gabbarini. Y a lo largo de la etapa inicial fue todo un monólogo del conjunto blanquiceleste que llevó peligro con un cabezazo de Ricardo Noir, un disparo de Romero, otro de media distancia de Luciano Aued, mas una situación donde a Diego Milito se la soplan justo sobre la línea e incluso un par de acciones extra con las que contó el goleador del equipo.
Los de La Paternal sólo tuvieron dos minutos de fama en el Cilindro. A los 32, y a pesar del total dominio académico, Lautaro Rinaldi acarició una pelota en el área grande y su remate se fue muy cerca. Rápidamente el Bicho tuvo otra, a través de una genialidad de Luciano Cabral que le cedió la conquista a Federico Gallego quien dilapidó la ocasión por encima del travesaño. Quitando sendos sustos para el local, el resto del partido le perteneció a los de Cocca.
Analizando lo mal que la había pasado Argentinos Juniors en el primer tiempo, Néstor Gorosito optó por una línea de cinco hombres en el fondo con el fin de evitar tantas filtraciones. Completamente cerrado en su esquema, el rival obligó a Racing a inventar algo nuevo para lograr vulnerar semejante barrera. Entonces se opacó el trabajo de los delanteros pero creció la imagen de Luciano Aued que encabezó cada avance y desarticuló las contras que el contrincante intentó hilvanar.
Sacando un violento disparo de Rinaldi que Sebastián Saja desvió al córner con mucho esfuerzo, el trabajo fino lo hizo la Academia que tuvo a un Romero enchufadísimo sobre el final. Ariel Penel, que había expulsado a Andrés Franzoia por una durísimas plancha sobre Aued, le anuló un tanto al enganche local por posición adelantada. Sin embargo el paraguayo buscó su revancha y, tras dos salvadas providenciales de Gabbarini, consiguió su premio con un zapatazo cruzado desde la puerta del área grande a los 43 minutos.
Racing volvió a ganar en el torneo local y el miércoles deberá completar el partido pendiente que tiene con Godoy Cruz Antonio Tomba. La ilusión de pelear hasta la última fecha en pos de conseguir el bicampeonato quedó intacta porque una vez más demostró este equipo, que es muy bicho.