El Negro de Paraná se llevó un punto a la capital entrerriana gracias a la magnífica actuación de su arquero, Sebastián Bértoli. El longevo guardameta le contuvo un penal a Mauro Bogado y casi le tapa otro a Fernando Coniglio. A un día del aniversario de la muerte de Pablo Escobar, el Patrón del Bien, fue el uno de la visita que le negó la chance al Globo de acercarse al puntero tras empatar 1 a 1 con los mesopotámicos.
Huracán y Patronato, si bien los dos arrancaron mirando la tabla de los promedios, se encontraron con realidades opuestas. Los de Gustavo Alfaro, invictos en condición de local, querían arrimarse a la línea de Boca Juniors y San Lorenzo de Almagro mientras que los de Juan Pablo Pumpido, tras su arranque demoledor, ya cosecharon siete encuentros sin triunfos.
El primer tiempo fue apático. Cuando querían encenderse Patricio Toranzo, Ignacio Pussetto y Alejandro Romero Gamarra, rápidamente se desinflaban. Los de Paraná prácticamente no asediaban el arco de Marcos Díaz y así parecía que el descanso llegaría con el marcador cerrado. Sin embargo, a los 45 minutos, un centro de Sebastián Ribas encontró a su compatriota uruguayo, Adrián Balboa, quien de volea puso el 1 a 0.
Sin proponérselo, Patronato estaba ganando en el Tomás Adolfo Ducó pero su planteo lo llevó a retroceder más aún y dejar que Huracán maneje la complementaria a su antojo. A los 6 minutos llegó el primer penal para el dueño de casa y la expulsión de Walter Andrade. La visita estaba frente al peor momento del partido y encima se cargaba de tarjetas amarillas en pos de hacer tiempo esperando que el suplicio tenga su fin.
Bogado se encargó de la pena máxima y Bértoli adivinó la intención del volante. Así fue como voló hacia su derecha y desvió la pelota al tiro de esquina. Lejos de reaccionar, Pumpido sacó un delantero y metió un defensor para seguir aguantando el triunfo. Bien cerrado en la última línea, el Patrón sacaba todo lo que el Globo proponía pero nuevamente Nicolás Lamolina le dio otro tiro desde los doce pasos al local.
Ya había pasado la última media hora pero esta vez fue Coniglio quien ejecutó el penal. El arquero viajó hacia donde iba el esférico, llegó a rozarlo pero no pudo evitar la caída de su valla. Así el Quemero conseguía la igualdad pero, carente de ideas, siguió invadiendo el área contraria hasta resignar dos puntos que le hubiesen servido de mucho en la tabla de posiciones.
Prácticamente no hubo cambios en los promedios y Patronato sumó otra jornada sin esa victoria que le de aire para evitar el ingreso a la zona de descenso. Sin embargo, de no ser por la gran noche de Bértoli, el 1 a 1 hubiese terminado posiblemente en una victoria para Huracán que cerró su año en Parque Patricios con un marcador agridulce pero con un presente lleno de esperanza.