Everton conquistó el Derbi de Merseyside por segunda vez en sus últimas 25 ediciones, y logró ganarlo en Goodison Park tras el último antecedente en 2010. Espectacular triunfo Toffee ante un Liverpool deprimido.

El Derbi de Merseyside fue azul por segunda vez en las últimas 25 ediciones, un dato para entender por qué Goodison Park fue una auténtica fiesta.

Y es que Everton no le ganaba a Liverpool en casa desde 2010, 2-0 con los goles de Arteta y Tim Cahill, dos futbolistas ya retirados.

Como si todo esto no fuera poco, Everton le dio un verdadero cachetazo a Liverpool en la lucha por el título, relegándolo de la cima, y dejándolo tres puntos por debajo de Arsenal.

Everton salió con todo a jugarlo, con fiereza y firmeza, y forzó la situación de gol tras un claro error de Konaté, que tras intentar rechazar dejó la pelota servida para que Jarrad Branthwaite define en plena área.

La pelota fue amortiguada por Ederson, pegó en el poste y terminó inflando la red.

Liverpool, nervioso, se sacudió del golpe y generó situaciones como para empatarlo, pero se topó con Jordan Pickford, gran figura del partido, clave para sostener el cero en el arco.

Y cuando parecía que Liverpool se acercaba, Everton dio el golpe de gracia con Dominic Calvert-Lewin conectó con tremendo cabezazo el gran tiro de esquina de Dwight McNeil.

El 2-0, en trece minutos del complemento, dejó a Liverpool deprimido, impreciso, impontente.

Pudo descontar, pero cuando no encontró a Pickford, chocó con sus imprecisiones.

Everton logró lo que hacía más de una década no lograba, y se abraza a la permanencia.

Liverpool sufrió un tropezón que puede ser caída en su lucha por la Premier League.