El presente de Quilmes dejó de ser un momento de suerte para tornarse en una realidad. Con 11 partidos disputados (9 por torneo de Primera División y 2 por Copa Argentina), el elenco del «Colorado» no conoce la derrota y cosechó 8 victorias y 3 pardas. Presente inimaginable para cualquiera, pero el máximo responsable es Facundo Sava, el psicologo deportivo, que trabajó la cabeza de sus dirigidos.
El año no había comenzado de buena manera para Quilmes. Con Julio Cesar Falcioni como DT, más algunos refuerzos de jerarquía como fueron Diego Buonanotte o Claudio Bieler, la expectativa para con el Cervecero era muy alta. Sin embargo, la realidad fue muy distinta y el conjunto del Sur solo ganó 3 encuentros en 17 juegos, lo que lo colocaba cerca de los últimos puestos de la tabla y provocaba que los promedios sean un nuevo dolor de cabeza.
Tras caer derrotado en la Bombonera por 2-0, Falcioni decide dar un paso al costado. Así fue como los dirigentes de Quilmes, con Anibal Fernández a la cabeza decidieron darle la oportunidad a Facundo Sava. El trabajo del «Colorado» no sería nada fácil, ya que debía encontrar en la inmediación el buen funcionamiento de su equipo, pero principalmente obtener buenos resultados.
El debut fue más que prometedor, derrotando a Racing por 2-1 con un «Droopy» Gomez en nivel superlativo. En tan solo días se notaba una diferencia. Los nombres no habían cambiado, pero sí el funcionamiento. Los apellidos se repetían en su mayoría, pero la confianza era totalmente distinta. Una semana después, llegó la victoria ante Tigre en condición de visitante. 6 puntos sobre 6 posibles.
Más adelante, otra victoria ante uno de los protagonistas del certamen: Rosario Central por 3-1. Sorpresivamente, el conjunto que 15 días atrás no era capaz de vencer a nadie, derrotaba a Racing y Rosario Central. A eso, se le sumó una goleada por Copa Argentina ante Independiente Rivadavia por 3-0 con Alexis Canelo como principal figura.
Este Quilmes era distinto al anterior. Facundo Sava logró darle buen funcionamiento y nivel a su equipo a base de trabajo. Además, como es de público conocimiento, el «Colorado» trabaja como psicologo deportivo, lo cual ayudó en gran medida a darle confianza a muchos jugadores, y con la confianza, llegaron los goles, los buenos desempeños y los grandes resultados.
El 5° partido de la «Era Sava» fue en Bahía Blanca, ante Olimpo. Otro triunfo, 5to de manera consecutiva. 12 puntos de 12 posibles por torneo, sumado a la clasificación a 8vos por Copa Argentina. En el 6° partido, Quilmes dejó por primera vez en este ciclo 2 puntos en el camino, igualando sin tantos ante Temperley, dejando atrás su racha de encuentros ganados de manera consecutiva.
El siguiente encuentro fue ante Atlético Rafaela. Quilmes demostró una clase de fútbol y se impuso por 4-2. Luego, en la fecha de los clásicos, repitió resultado ante Temperley, igualando 0-0 pero esta vez fuera de su estadio. Tal vez la única mancha «no positiva» de este ciclo fue la eliminación copera a manos de Estudiantes de La Plata por penales, tras empatar en los 90 minutos.
Pero en la 25° fecha llegó otra alegría: triunfo 1-0 ante Colón con gol de Claudio Bieler. Una semana después, nuevamente victoria ante Defensa y Justicia, también por 1-0 y con gol de Bieler. Increíblemente, Quilmes pasó de navegar por los últimos puestos a colocarse en la 11° ubicación y asegurarse prácticamente un lugar en la liguilla Pre-Sudamericana.
Presente impensado para cualquiera, menos para Sava y su cuerpo técnico, quienes confiaron en poder revertir el presente que vivía el Cervecero, para colocarlo en una realidad soñada. Con solo 11 fechas, el cambio del Quilmes de Falcioni al Quilmes de Sava es realmente sorprendente. Con los mismo artífices, sin sumar refuerzos (ya que el arribo del DT fue después del cierre del mercado de pases), Quilmes gana y gana, pero principalmente juega bien. Además, a la efectividad de los goleadores se le agregó el buen desempeño de los defensores, quienes solo recibieron 6 goles en estos 11 partidos.
Este Quilmes podrá perder partidos, podrá no jugar bien durante algunos cotejos, pero lo cierto es que Sava no se quedará de brazos cruzados, nunca. El «Colorado» tiene ambición, y sabe como lograrlo. Los jugadores le responden dentro y fuera de la cancha. Sin dudas, el Quilmes de Sava logró bajarse la espuma de la cabeza, y convertirse en un duro rival para cualquier equipo.