Emocionan. Los aplausos a los médicos, el esfuerzo de quienes nos quedamos en casa, la entrega brindada desde otras profesiones que sin poder aislarse salen a la calle y se exponen constantemente a un virus que no da tregua en todo el mundo. Lloramos de alegria y de tristeza, nos alegramos cuando escuchamos esas buenas noticias de gente recuperada, y extrañamos al fútbol. ¿Se imaginan lo que será el primer festejo de gol cuando todo vuelva a la normalidad?
Cuesta pensar que en el corto plazo se pueda asistir a un espectáculo deportivo. Los rumores de pasillo, sin sustento alguno por el momento, hablan de aplazar todo hasta el segundo semestre. Los más pesimistas arrojaron el 2021 como una fecha posible para que recién los hinchas puedan pisar otra vez un estadio. Sin embargo, en tiempos de incertidumbre, nada mejor que soñar en positivo.
Por ahora todo podría tomarse como un receso de verano o de invierno, sin amistosos por delante, y augurando que la pelota ruede con normalidad en cuestión de un par de meses. Sin embargo, si hay algo que en épocas de crisis nos fortalece realmente es la unidad como sociedad. Todos tirando para un mismo lado, zanjando diferencias, apoyándonos mutuamente y sin claudicar. Sí, exacto, como cada vez que juega Argentina.
Es verdad que falta mucho para el próximo Mundial y habría que ver si realmente no es aplazado como todas las competiciones que han cambiado su calendario habitual. Por eso mismo tal vez cueste soñar con un grito de gol de la Albiceleste para clasificar a octavos, o porqué no, para besar nuevamente ese trofeo que viene siendo esquivo desde 1986. Más cercano sería abrazándos a esa Copa América que no se conquista desde 1993.
Sin embargo, lo más cercano en el calendario, sería el regreso de las competiciones locales. Volver a la cancha, pararse en el mismo lugar de siempre, ocupar el asiento de la cábala, sin importar cuantos fanáticos haya a tu alrededor. Llegar al estadio, persignarse, y esperar. Aguardar ese gol que desatará un locura indescriptible. Ese abrazarse con el desconocido. Ese beso en la cabeza del que tengas más cerca. Esas lágrimas de emoción que significarán mucho más que una pelota entrando a un arco. Serán la muestra clara de un triunfo de todos ante esta pandemia. Y ustedes… ¿se imaginan lo que será el primer gol cuando todo vuelva a la normalidad?