El Blanquinegro no pudo sumar unidades en su carrera por mantener la categoría y tropezó ante la Gloria que jugó un partidazo en Lomas de Zamora. Los dirigidos por Hernán Darío Franco derrotaron al conjunto del Bajo Flores por 3 a 2 en una contienda digna de alquilar balcones. De esta manera los de Alta Córdoba cosecharon dos triunfos al hilo por primera vez en la temporada y se ilusionan con adentrarse en la zona del Reducido.
Instituto encontró el volumen de juego que no pudo mostrar hace rato. Firme en todas sus líneas, bloqueó por momentos al intrépido Deportivo Riestra que con sus rápidos delanteros supo generarle más de un dolor de cabeza a la escuadra de la Docta. Pero, en el sur del Gran Buenos Aires, la visita fue realmente efectiva para dejar sin nada a los Malevos de Pompeya.
Ni bien comenzó el juego tuvo Jonathan Goya el gol en sus pies pero Lucas Hoyos se encargó de ahogarle el grito. No iba a ser la única vez que el guardameta de la Gloria arruinaría un intento del atacante del Blanquinegro. De a poco, los de Franco lograron imponer su estilo. Ignacio Antonio se adueñó del medio, y los desbordes de Emiliano Endrizzi y Mauricio Tévez le generaban un dolor de cabeza a Jorge Benítez.
A los 11 minutos del primer tiempo, uno de los tantos desbordes de Tévez le sirvió la apertura del marcador a Javier Mendoza. El 1 a 0 favorable a Instituto obligó al local a buscar la parda a como dé lugar. Pero Hoyos a mano cambiada se lo sacó nuevamente a Goya. Pero las pelotas que no entraban en un arco, como marca la máxima, ingresan en el contrario. Y así Víctor López ganó de cabeza en el área opuesta para superar la resistencia de Carlos Morel y estirar la diferencia. Deportivo Riestra quedaba groogy pero tenía fuerzas de sobra para recomponerse.
Faltaban cinco minutos para que termine el primer tiempo cuando Sebastián Soto descontó con un tiro libre formidable. A esa altura el partido era apasionante y se condimentó aún más cuando Pablo Dóvalo no le dio el gusto al local que reclamó un penal en la última jugada del primer tiempo. Claro que el colegiado hizo caso omiso a semejantes críticas pero, en el comienzo de la segunda mitad, sancionó la pena máxima en favor del conjunto porteño.
De a poco el juego se fue rompiendo. Cualquiera podía quedarse con la victoria y fueron los de Franco quienes festejaron. A los 22 minutos Alan Aguirre peinó un tiro libre de Mendoza y mandó la pelota al fondo del arco. Los Malevos de Pompeya no encontraban la claridad que supieron tener en la etapa inicial y mucho menos cuando su goleador, Soto, se fue expulsado por una dura entrada sin pelota.