River no jugó bien, ni mucho menos. De hecho, el Millonario disputó uno de sus peores partidos en la «Era Gallardo» y mereció perder por un amplio margen, pero el Chapecoense no aprovechó sus oportunidades y tan solo ganó por 2-1 y le permitió a River acceder a semifinales. Puntos muy bajos en el conjunto argentino, como Balanta y Kranevitter, que darán mucho trabajo a Gallardo de cara a las instancias decisivas de la Sudamericana.
River llegaba hasta Santa Catarina para definir la historia ante Chapecoense, correspondiente a los 4° de final de la Copa Sudamericana 2015. El 3-1 obtenido en la ida, le daba cierta ventaja al Millonario, pero Gallardo y compañía sabían que la llave no estaba cerrada ni mucho menos, y se avecinaba un partido duro.
Julio Bascuñan de Chile se encargó de darle inicio a este duelo. De entrada, el Millonario parecía dominar a su rival e iba en busca del gol que liquide la partida: a los 6 minutos, Leo Pisculichi probó con un tiro libre lejano que pasó a centimetros del palo de Danilo.
Los minutos transcurrían y el juego era intrascendente. Ni uno ni otro lograba llegar con claridad a las áreas, hasta que a los 20 minutos llegó el primer golpe: Bruno Rangel capitalizó un centro desde la izquierda, ganándole la posición a Milton Casco, y su cabezazo fue desviado por Alvarez Balanta, para descolocar a Barovero y meterse junto a un palo. El dueño de casa llegaba al gol en la primera oportunidad que tenía.
Más allá de algunos tiros de larga distancia, contenidos facilmente por Barovero, Chapecoense no generaba peligro suficiente para marcar el segundo gol. River en cambio, buscaba el gol del empate por intermedio de sus delanteros. Pisculichi a los 30 se perdió una oportunidad dentro del área chica. Cuando parecía que la primera etapa culminaría sin cambios en el marcador, llegó la alegría millonaria: Sanchez tocó para Pisculichi, quien devolvió con un centro para que el uruguayo gane de cabeza y marque el 1-1. River conseguía el tan ansiado gol de visitante y recuperaba la ventaja de dos goles.
Chapecoense salió a jugar la etapa complementaria de una manera totalmente distinta a los primeros 45 minutos. Desde el primer minuto salió a ahogar a River y arrinconarlo contra un arco. Y a los 8 minutos, nuevamente conseguía la ventaja: Bruno Rangel ganaba de cabeza luego de un tiro libre y marcaba su segundo gol de la noche, volviendo a darle la ventaja al elenco de Santa Catarina y dejando a su equipo a solo un gol de los penales.
El segundo gol agigantó al dueño de casa, que con total convicción atacaba a su rival: a los 12 minutos, tras una atajada de Barovero, Neto desperdició una chance con el arco a su merced y dejaba con vida a River. Las malas actuaciones en su equipo, llevaban a Gallardo a realizar modificaciones tácticas, sacando a Ponzio y Balanta para el ingreso de Viudez y Mammana.
River logró recuperar la pelota y durante algunos minutos dejó de sufrir. Lograba controlar la mitad de cancha y hasta llevaba peligro al arco rival de la mano de Rodrigo Mora, aunque siempre sin precisión. Sin embargo, a los 30 minutos, otro gran susto sufrirían los Millonarios: un cabezazo de Bruno Rangel provocó una estupenda reacción de Barovero, salvando la caída de su arco y el triplete del atacante brasilero.
La última clara llegó a los 43 minutos, con un cabezazo de sobrepique de Thiago Luis que se estrelló en el travesaño. River deseaba que los minutos corran rápidamente y terminar con el sufrimiento, mientras que el Chapecó atacaba y atacaba, buscando un -merecido- gol que le dé el acceso a los penales.
Finalmente, el gol no llegó y River aguantó. Con el 4-3 en el global, el elenco de Marcelo Gallardo se metió en semifinales de la Copa y ahora espera rival: será Sportivo Luqueño si Independiente logra avanzar de ronda; si el que avanza es el conjunto de Bogotá, River chocará contra Huracán. Lo único certero, es que River volverá a jugar una semifinal copera la semana próxima.