El Tambero está de fiesta. No sólo por el año nuevo que comienza y la ilusión que se renueva sino porque un 1 de enero de 1911 se fundó el club y hoy cumple un siglo y un lustro de vida. Pero como si todo esto fuese poco para festejar, el Rojo está armando un gran equipo para el semestre que se aproxima en la Primera C y sueña con pelear por un ascenso a la Primera B Metrpolitana.
Todo cumpleaños tiene un regalo. Cañuelas lo recibió a fines de 2015 cuando confirmó la llegada de Gastón Grecco, el histórico goleador de Brown de Adrogué. Justamente compartirá el ataque con otro ex Tricolor como Andrés Guzmán y con un histórico del ascenso: Mariano Campodónico. La lista de todas formas se amplía con otras incorporaciones de la talla de Ignacio Liporace, proveniente de San Miguel, Cristian Moyano que era arquero suplente en Defensores de Belgrano, Rodrigo Rivas, Ángel Gauna, Claudio Villalba y Esteban García.
Claro que toda alegría tiene cierto contraste y el mismo está en la salida de su estrella, Mauro Boaglio. De esta manera Osvaldo Ruggero pierde un jugador hábil y muy importante para la categoría. El calvo mediocampista ofensivo podría continuar su carrera en Comunicaciones dando un salto de calidad para llevar su fútbol a la Primera B Metropolitana.
Así arranca el 2016 para Cañuelas que festeja sus primeros 105 años de vida. Con refuerzos, con regalos y con la ilusión de pelear arriba. Año nuevo, sueños renovados para el Tambero.