Cómo le cuesta ganar a Vélez en su casa. Desde la victoria ante Boca hace seis fechas, el fortín no sabe lo que es obtener los tres puntos ni de visitante ni en casa. Otra vez, en el José Amalfitani, volvió a perder puntos con Atlético Rafaela, que jugó un partido digno y mereció el punto que sacó. Un 2 a 2 que careció de un fútbol vistoso pero que estuvo plagado de emociones por los goles convertidos.

De movida parecía que la historia se inclinaría después de varias fechas para el local. Matías Pérez Acuña recibió una pelota luego de un tiro libre y definió cruzado a la red a los tres minutos. Tras el tanto, no pasó nada, se repartieron la pelota y nos regalaron pocas llegadas a los arcos. Salvo, sobre el final del primer tiempo, cuando el dueño de casa marcó mal en una jugada y le permitió a Jomini meter el balón al lado del palo para empatar el duelo.

El ingreso de Yamil Asad en el complemento le cambió la cara a los dirigidos por Miguel Angel Russo y le dio más verticalidad y ofensiva. A través del delantero llegaría el segundo de su equipo. El chico velezano encaró, combinó con un compañero, entró al área, tiró al arco y Castellano la metió en contra de su propia valla. Los de Leonardo Astrada no se quedaron con los brazos e intentaron acercarse al arco de Aguerre y recién lo harían con efectividad a diez minutos del final. Osmar Ferreyra usó su excelente pegada de zurda y la mandó directo al palo y a la red. El fortinero buscó la victoria pero ninguna de sus llegadas terminaron con éxito.

Atlético Rafaela hizo su negocio en Liniers y Vélez volvió a tropezar en casa. Un partido de ida y vuelta, y parejo con emociones en los arcos pero un escaso nivel futbolístico. El punto le sirve más al visitante que jugó a su manera y sumó algo. El problema lo tendrá Russo que hace seis que no gana y encima no da pie con crema.