No tiene grandes nombres ni gastó millones en el mercado de pases pero Unión volvió a demostrar que no está tercero de casualidad en la Superliga. El Tatengue lo bailó a Racing y le ganó por 2 a 1 en un partido que debió ser goleada y terminó con la incertidumbre hasta el final. Los dirigidos por Leonardo Madelón tuvieron un fútbol de alto vuelo frente a su par de Eduardo Coudet que fue una sombra y no aprovechó a sus grandes figuras como Centurión, Lisandro López y Lautaro Martínez.
El sostén de la Academia fue su arquero Juan Musso que voló de acá para allá para evitar la caída de su arco. El Rojiblanco controló el juego desde el minuto cero pero el primero que golpeó fue el visitante con un cabezazo de Diego González en el área. Un 1 a 0 mentiroso aunque efectivo. De a poco, Unión empezó a llegar con peligro y contabilizó nueve situaciones de peligro con gran protagonismo de Lucas Gamba, Diego Zabala, los hermanos Bruno y Mauro Pitton y Damián Martínez. No quería entrar y encima Gamba falló un penal que él mismo inventó ante una salida del 1 visitante. De tanto atacar, el empate llegó con otro disparo desde los doce pasos por una mano de Renzo Saravia tras centro de Bruno Pitton: esta vez Franco Soldano remató fuerte, abajo y a su izquierda para un empate más que merecido.
El Tate no detuvo la máquina en el complemento y siguió con su afán de «herir» al arco de Juan Musso que volvió a ser figura ante un bombazo de Soldano. La justicia para el dueño de casa apareció con forma de Diego Zabala que se acomodó afuera del área y la colocó al lado del palo para el delirio de todo el 15 de abril (2-1). La visita emparejó por momentos y sólo complicó con centros hacia el arco de Nereo Fernández que se mantuvo firme y seguro hasta el final.
No hay dudas ni discusión en el gran triunfo de Unión de Santa Fe ante Racing. Lo anuló, lo presionó y le salió a la perfección. El Tatengue se mantiene en los puestos de Copa Libertadores y con un nivel de juego que sorprende. La Academia tendrá mucho por mejorar.