En el José Amalfitani el equipo de Sebastián Méndez entró obligado por los resultados pero respondió de manera excelsa al imponerse con los goles de Aquino y Santiago Castro a un River insípido y muy flojo.
El duelo en Liniers comenzó picado y con una fuerte lluvia que se desató al poco tiempo de comenzado el cotejo. Los de Méndez trataron de dominar las acciones porque traían el apuro de los resultados de Huracán e Independiente en lo que respecta a la zona baja. River trató de hacerse fuerte en el tándem Enzo Díaz y Colidio por izquierda donde fabricó un buen centro atrás que nadie leyó. Un gran cambio de frente de Lautaro Gianetti encontró a Claudio Aquino que remató y la gran potencia con leve desvío de Mammana dejó sin chances a Armani para el 1-0 velezano. La intensidad estaba a la orden de la noche en el Amalfitani para el Fortín que se multiplicaba para no dejar pensar a un River algo lento y previsible. Prácticamente no pateó al arco a Gastón Gómez que atajó debido a un cuadro febril de Leo Burian que lo mantuvo al margen del match. Vélez peleó en cada sector del campo y le hizo la noche difícil al Millonario en los 45 iniciales que se retiró preocupado a los vestuarios tras la culminación de la primera etapa.
El arranque tuvo un buen tiro libre de Santiago Castro que tapó bien Armani tras un resbalón de Enzo Pérez. Los del Gallego siguieron exigiendo ante poca respuesta de la visita al momento cuando empezó con varios cambios para dar respuesta a una pésima noche. Nacho Fernández, Barco y Rondón ingresaron para darle otro aire a su equipo. La enorme confianza de Santi Castro se confirmó con esa presión que sufrió De la Cruz (tropezón) y disparo para el segundo grito de la noche fortinera. La reacción llegó con un disparo de Esequiel Barco que tapó bien Chila Gómez. Lo que no encontró por juego asociado lo hizo con la media distancia como ese remate de Simón. El resto del complemento fue con el equipo local copando cada porción del terreno y ofreciendo un enorme como solidario despliegue. Lanzini entró para darle fútbol a su equipo. Cuando su equipo lo necesitó apareció Gómez para aguantar los últimos embates aéreos del millonario que nunca se encontró.