En el debut de la Serie A, los Oróbicos se llevaron un triunfo agónico de Piamonte tras derrotar al Granate por 2 a 1 con un tanto de Roberto Piccoli en el tercer minuto de adición. A pesar de la derrota el Toro mostró una notable mejoría en lo colectivo respecto a las temporadas pasadas donde sufrió con el descenso hasta las últimas consecuencias.
Ganó el Atalanta del maestro Gian Piero Gasperini y no debería ser noticia. Lo que sí ha sido llamativo fue que el elenco de Bérgamo estuvo lejos de su mejor versión y recién se quedó con las tres unidades en el epílogo de la contienda. Torino encontró el empate transitorio en su héroe, Andrea Belotti, pero luego se quedó con las manos vacías.
Luis Muriel abrió la cuenta a los 5 minutos con un bombazo que partió desde la puerta del área grande y se colgó del ángulo superior izquierdo de Vanja Milinkovic-Savic. De ahí en más el Toro fue una fiera pero entre el ex Racing, Juan Musso, y la falta de puntería, recién consiguió la igualdad a diez del cierre con un zapatazo del «Gallo» Belotti, el desvío en Joakim Maehle, y la carambola que se le colgó a espaldas del guardameta argentino.
El 1 a 1 era súper justo en Piamonte pero, en tiempo de descuento, Koffi Djidji habilitó a todos de manera inexplicable y Piccoli frente al arco no tuvo más que empujarla para darle el triunfo y la locura a los de Bérgamo que empezaron la temporada de la Serie A con un triunfo agónico y hasta inmerecido por el trámite del encuentro.
Atalanta ganó por 2 a 1 para felicidad de un Gian Piero Gasperini que deberá trabajar para recuperar aquella maquinaria de la temporada pasada que lo llevaba a ser portada de todos los diarios. Torino, una vez más, mordió el barro pero en esta oportunidad se retiró con la frente en alto sabiendo que jugando de esta manera tendrá más alegrías que desazones en la elite de Italia.