TENIS – UNA DE CAL Y UNA DE ARENA

Con distinta fortuna, Diego Schwartzman y Leonardo Mayer disputaron sus encuentros de cuartos de final en los torneos ATP 250 de Sidney y Auckland respectivamente. El Peque avanzó a semifinales en Australia al derrotar al japonés Yoshihito Nishioka por 6-1, 3-6 y 7-6 (7-1), en tanto, el correntino cayó por 6-3 y 7-6 (7-5) frente al norteamericano Tennys Sandgren.

En el abierto de Sidney, Diego Schwartzman batalló por una hora y 48 minutos para vencer al nipón Yoshihito Nishioka por 6-1, 3-6 y 7-6 (7-1) en lo que fue el primer duelo entre ambos.

El tenista surgido en Nautico Hacoaj quebró en dos ocasiones el servicio del asiático y en tan solo veinte minutos se adueñó del primer capítulo. El rumbo del encuentro cambió radicalmente en el inició de la segunda manga, pues el japonés se quedó con el primer game de saque del Peque y luego se mantuvo al frente hasta ganar ese parcial por 6-3.

El argentino volvió a ceder su saque en el inicio del último set, sin embargo, se recuperó enseguida para igualar el marcador 1-1, a partir de entonces, cada uno conservó su servicio llevando la definición a tie break, en el cual, Diego Schwartzman sacó a relucir su mejor tenis, lo atacó al nipón moviéndolo por toda la cancha y sin darle chances, lo cerró por 7 a 1.

En la madrugada del viernes, en semifinales, el porteño enfrentará por primera vez en su carrera al italiano Andreas Seppi que accedió a esta instancia tras vencer al primer preclasificado del torneo, el griego Stefanos Tsitsipas por 4-6, 6-4 y 6-4.

Por otra parte, Leonardo Mayer no pudo con el estadounidense Tennys Sandgren en el certamen de Auckland, Nueva Zelanda. Tras una hora y media de juego, el correntino cayó por 6-3 y 7-6 (7-5) ante el yankee por los cuartos de final, no obstante, esta buena actuación le permitirá avanzar algunos peldaños en el ranking y fundamentalmente, llegar con ritmo a disputar el Abierto de Australia que comienza el próximo domingo en Melbourne.

Acerca de Javier Dispaldro 2504 Articles
Acuariano desde febrero de 1976. Nació con un amor casi enfermo por el deporte, desde chico se refugió en la escritura e inesperadamente, ya adulto, pudo combinar y disfrutar de esas dos pasiones. El turismo aventura es otro de sus cables a tierra y Cortaderas su lugar en el mundo.
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