Por la segunda ronda del Masters 1000 de Cincinnati, Diego Schwartzman cayó por 6-3 y 7-6 (4) frente al grandote estadounidense Reilly Opelka. Tras la controversial exclusión del bahiense Guido Pella, con esta derrota del Peque, ya no quedan tenistas criollos en el torneo.
De antemano se previa que el duelo ante Reilly Opelka, un gigante de 2,11 metros, cuya estructura de juego la construye a partir de su potente servicio y, ante quien no es fácil encontrar continuidad y ritmo, sería un obstáculo complicado para el argentino, sin embargo, su convincente actuación en el debut ante Casper Ruud alimentaban sus esperanzas.
Desde un comienzo, al Peque se lo notó incómodo en la pista y la primera señal llegaba con el bajo porcentaje de primeros saques, tan solo un 31% en el set inicial, situación que facilitaba al norteamericano presionar desde la devolución misma. Rápidamente llegó el primer quiebre del encuentro, no obstante, el porteño, fiel a su estilo aguerrido y perseverante, logró recuperarse de inmediato. Su inusual consistencia lo puso otra vez en aprietos y, con una doble falta, cedió por segunda ocasión el servicio. En el noveno game, con dos aces consecutivos y una buena volea, Reilly Opelka se llevó la manga por 6-3.
Poco se modificó en el inicio del segundo set, el estadounidense imponía condiciones con su saque y a Diego Schwartzman se lo notaba frustrado, extrañamente contrariado. Tras una sucesión de errores no forzados, el surgido en Náutico Hacoaj perdió su saque y quedaba 3-4 abajo, bordeando la cornisa ante la opulencia que se observaba del otro lado de la red. Cuando Opelka tenía la victoria en el horizonte cercano, titubeó, perdió el foco y el Peque encontró un resquicio de donde agarrarse, recuperó el break y hasta dispuso de tres chances para quedarse con el parcial. Nuevamente los desaciertos del número 13 del ranking mundial, mayoritariamente por el lado del revés, un arma casi infalible que hoy no pudo terminar de calibrar y la definición se extendió al tiebreak.
El desempate comenzó equilibrado, pero tras cambiar de lado igualados en tres, todo fue del norteamericano. Un gran punto gestado desde la devolución le dio la primera ventaja, acto seguido, con otra pelota que Schwartzman dejó en la red llegó el match point, fue el vigesimoprimer error no forzado del argentino en el partido y, como una postal del encuentro, a partir de su servicio, Reilly Opelka se llevó el triunfo con un 7-4 tras una hora y 42 minutos de juego. En este video se pueden observar los momentos destacados del partido.
Tal vez la prolongada inactividad le pasó factura al Peque, y a partir de allí, comenzar a argumentar en gran medida las imprecisiones en este encuentro. Otra estadística que demuestra la inconsistencia de Schwartzman esta tarde fue haber ganado solo un punto sobre cinco cuando la pelota fue impactada en más de nueve ocasiones, situación que a priori, es la más favorable para el de Villa Crespo ante este tipo de oponente. Su lenguaje corporal y la frustración visiblemente a flor de piel, resumen la incomodidad que percibió el argentino en su segundo partido tras la vuelta al circuito después de más de seis meses entre el desgarro sufrido en Buenos Aires y el posterior intervalo forzado por la pandemia de Covid-19 pero, fiel a su escencia, buscó alternativas todo el tiempo y luchó hasta la última pelota del cotejo.
Ahora, Diego Schwartzman tendrá que dar vuelta la página y enfocarse en el próximo torneo, nada menos que el Abierto de Estados Unidos, que comienza el lunes 31 de agosto en New York, bajo la misma burbuja sanitaria diseñada y montada en el Billie Jean King Tennis Center de Flushing Meadows.