Ya están instalados en los cuartos de final, los ocho tenistas que siguen en carrera en el cuadro masculino del Abierto de Estados Unidos, sin embargo, como pocas veces ha ocurrido, es casi imposible elucubrar candidatos para quedarse con el título. Desde Roland Garros 2004 que en las semifinales de un Grand Slam no estaban Roger Federer, Rafael Nadal o Novak Djokovic.
El vacío que produjeron Roger Federer que se está etapa de recuperación tras su lesión en la rodilla, Rafael Nadal que prefirió n viajar a Nueva York debido a la pandemia, las prematuras derrotas de algunos top te como el griego Stefanos Tsitsipas, el italiano Matteo Berrettinio o el belga David Goffin o los ex campeones Andy Murray y Marin Cilic, sumado a la estrepitosa descalificación del número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, abren un abanico de múltiples posibilidades para determinar quien llega mejor perfilado para convertirse en el ganador de la edición 2020 del Abierto de los Estados Unidos.
Ningún tenista instalado en los cuartos de final sabe lo que es ganar un Grand Slam, incluso tan solo dos de ellos han jugado el partido decisivo en torneos de esta categoría, el austríaco Dominic Thiem que lo hizo en tres ocasiones y el ruso Daniil Medvedev que cayó en la definición del U.S. Open frente a Rafael Nadal en la edición pasada. Además, quien triunfe en la final será el primer jugador nacido en la década del 90 que gana un torneo, aunque tras la eliminación del canadiense Felix Auger-Alliassime es esfumó la posibilidad de que algún caballero del siglo XXI tenga ese privilegio.
La parte superior del cuadro se equilibró con la exclusión del número uno del mundo. El cruce entre Pablo Carreño Busta y Denis Shapovalov se presenta casi como un duelo generacional, dado que son, respectivamente, el más veterano y el más joven de los sobrevivientes. El asturiano, tras tener que batallar durante cinco sets para pasar la primera ronda, ganó con tranquilidad sus siguientes compromisos y además, se vio beneficiado por la exclusión de Nole, por lo tanto, llega con menor desgaste a esta instancia. Por su parte, el nacido en Tel Aviv aún ha imponerse en sets corridos y es, junto a Borna Coric, quien lleva más minutos en cancha con trece horas y 24 minutos de juego.
Alex Zverev y Borna Coric protagonizarán el otro enfrentamiento de esa zona. El teutón dificultad para destrabar sus encuentros en la primera semana de competencia pero se despachó con una victoria contundente en los octavos de final y tiene en su mochila, tres horas menos en cancha que su próximo rival. Nada sencillo fue el camino del croata que corrió desde atrás en su compromiso ante el argentino Juan Ignacio Londero y luego, en su segunda contienda consecutiva a cinco sets, remontó un partido increíble, incluso soportando varios match points en contra, frente al griego Tsitsipas pero demostró estar fuerte físicamente y sus reservas anímicas cotizan a la alza.
Por la zona baja de la grilla, por lo demostrado hasta aquí, Daniil Medvedev y Dominic Thiem parecen estar un pequeño escalón por encima de sus rivales de cuartos de final, sin embargo, no hay espacio para suponer que sortearán sin esfuerzo su pasaje a semifinales. En un desafio entre moscovitas, estarán cara a cara Daniil Medvedev y Andrey Rublev. El finalista del año pasado parece una “maquinita”, ganó todos sus encuentros en sets corridos y con menos de siete horas y media es quién menos jugó de los ocho, aunque su rival no difiere demasiado en cuanto a estadísticas y el único parcial que cedió fue ante el italiano Matteo Berrettini cuyo potente y efectivo saque había sido una tortura para sus rivales anteriores.
El cuarto duelo lo sostendrán Dominic Thiem y Alex De Minaur, polos opuestos en cuanto a ranking entre los que aún se mantienen con vida, aunque es bastante relativo al analizar la manera en que arriban, especialmente como ambos cerraron sus respectivos compromisos previos, siendo tal vez la mayor diferencia en favor del europeo, las dos horas menos que tiene encima y la experiencia que cuenta en estas fases dado que ya tiene en su currículum dos definiciones en Roland Garros y otras en el Abierto de Australia.
Desde Wimbledon 2003, entre Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic se llevaron 56 de los 67 campeonatos de Grand Slam disputados con 20, 19 y 17 respectivamente. Otros seis se los repartieron en partes iguales entre Andy Murray y Stan Wawrinka mientras que Marat Safin, Gastón Gaudio, Andy Roddick, Juan Martín Del Potro y Marin Cilic se anotaron con un título cada uno. También desde Roland Garros 2004, que entre los cuatro finalistas estuvieron los argentinos Gastón Gaudio, Guillermo Coria y David Nalbandian junto al británico Tim Henman que, al menos uno de los tres “fantásticos” no ocupaba un lugar en semifinales de un gran torneo. Todas estas estadísticas llegaron a su fin con el involuntario pelotazo del serbio a la jueza de línea dejando el Abierto de Estados Unidos abierto como pocas veces en las últimas décadas.