La dirigencia del Tallarín trabaja para armar el plantel de cara a la temporada 2018/19 de la Primera B Metropolitana. Daniel Vicentín no sólo tiene buenas noticias desde ciertas continunidades como las de Mauro Marrone y Ariel Otermín sino que también sumó seis incorporaciones al equipo para reemplazar a las bajas y potenciar sectores en pos de hacer un mejor torneo que el pasado.
No fue mala la campaña anterior de Talleres de Remedios de Escalada. No obstante, el conjunto del sur del Gran Buenos Aires tiene dos objetivos claros que ha ido consiguiendo desde su regreso a la categoría. Uno de ellos es no sufrir con los promedios y el otro es recuperar ese terreno perdido en el cual la institución siempre apostaba por regresar al Nacional B.
La escuadra Albirroja terminó con sus vacaciones y volvió al ruedo el pasado jueves 21 de junio. Vicentín se encontró con varios conocidos pero también con seis refuerzos que invitan a delinear el equipo para el semestre entrante. El regreso del arquero Ezequiel Cacace, de último paso por Cobreloa de Chile, y la contratación de Guillermo Santana con pasado en Barracas Central han sido dos de le media docena de alegrías que ya tuvo el Tallarín.
Los otros cuatro refuerzos para Talleres de Remedios de Escalada han sido: Alejandro Gómez, ex lateral izquierdo de Villa San Carlos, Maximiliano Laso surgido de la cantera de Banfield, y Maximiliano Badell que tuvo sus chances en Fénix y en Platense. No obstante, el refuerzo con más renombre fue el de Marcos Aguirre que fue campeón con Lanús, jugó en Instituto de Córdoba, también dio una vuelta olímpica en Nacional de Montevideo y con 34 años llegó proveniente del Deportivo Pasto de Colombia.