Suecia y Suiza ofrecieron un discreto partido en San Petersburgo, buscaron mantener el margen de error al mínimo pero un derechazo de Emil Forsberg, desviado en el defensor Akanji, fue suficiente para que la Blågult lograra una victoria importantísima. Los suecos habían tenido mejores opciones ante una Schweizer Nati carente de ambición, la sorpresiva diana promediando el complemento quemó todos los planes y dejó a los suizos con poco tiempo para intentar la reacción que nunca llegó.
El Estadio Krestovski de San Petersburgo levantó el telón por quinta vez en esta Copa Mundial Rusia 2018 para recibir el cotejo correspondiente a los Octavos de Final entre las Selecciones Nacionales de Suecia y Suiza. La Blågult, dirigida por Jan Olof Andersson, llegó a esta instancia líder del Grupo F por diferencia de gol tras meterle tres a México, logrando sobreponerse en la zona que no pudo superar Alemania. Por su parte la Schweizer Nati, conducida por el bosnio Vladimir Petkovic, fueron escoltas de Brasil en el Grupo E, donde consiguieron una recordada victoria ante Serbia y no cayeron derrotados.
Este era el primer enfrentamiento entre ambos seleccionados en Copas del Mundo. Suecia fue finalista del Mundial que organizó en 1958 mientras que Suiza aspiraba a igualar su mejor marca histórica avanzando a Cuartos de Final (Lo logró en 1934, 1938 y 1954).
El partido tuvo unos primeros minutos de mucha intensidad, con transiciones rápidas en tres cuartos de cancha y una Suiza con aparentes intenciones ofensivas. Pero fue Suecia quien logró la primera opción clara de gol, un bochazo largo de Viktor Claesson que puso a correr al picantísimo Marcus Berg al vértice derecho del área; el delantero del Al Ain emiratí apuró su derechazo y terminó desviándolo.
Con mucho movimiento y un trámite emparejado fue nuevamente Suecia quien se encontró muy cerca del gol. Ludwig Augustinsson armó la jugada por banda izquierda lanzando el centro al área que Marcus Berg voleó con gran remate de zurda, Yann Sommer voló contra su poste derecho desviando el peligro. ¿Suiza? Remates desviados y anunciados, para destacar dentro de la primera media hora un zurdazo de Granit Xhaka que terminó medio metro por encima del travesaño.
Pero la Schweizer Nati se toparía con su mejor chance a siete del cierre, un aceitado toqueteo derivo en Steven Zuber lanzando desde la izquierda el centro que Blerim Dzemaili, apenitas detrás del punto penal, remató con violento derechazo desviado. Sin embargo terminó siendo Suecia quien encontró la más nítida de todas, un centro desde la derecha a cargo de Mikael Lustig que ubicó la solitaria aparición de Albin Ekdal por el hierro opuesto. El volante del Hamburgo se abatató y sin ningún tipo de oposición tiró a las nubes su derechazo cuando tenía al golero suizo mano a mano.
Ya en la segunda mitad el ritmo mermó y todo se volvió anunciado con tintes somníferos. Ningún equipo tomó riesgos, nadie agarró mal parado a nadie y las situaciones de gol comenzaron a brillar por su ausencia. La sensación es que el cotejo solo podía romperse por inspiración individual o algún error marcado, y una combinación entre ambos le permitió a Suecia quebrar la tensión del cero.
Apenas pasaba el minuto veinte cuando una combinación por banda izquierda entre Ludwig Augustinsson y Ola Toivonen terminó con este último ubicando en plena medialuna la solitaria aparición de Emil Forsnberg; el Diez se acomodó con espacio lanzando un derechazo a la posición de Yann Sommer, sin embargo Manuel Akanji intentó bloquear el shot desviándolo involuntariamente de derecha a gol. Primera diana Mundialista para el volante del Leipzig alemán, el fortuito rebote fue fundamental para descolocar al golero suizo.
Suiza tuvo que hacerse cargo del cotejo y así fue, la Schweizer Nati tomó el balón y buscó posicionarse en el campo de juego sueco. Petkovic quitó dos volantes ofensivos por los delanteros Haris Seferovic y Breel Embolo, este último logró la primera clara de Suiza en todo el complemento con un cabezazo tras córner que Gustav Svensson despejó sobre la línea.
Los últimos diez minutos fueron un constante choque suizo contra la portería sueca, pero la claridad se diluía al momento de dar la puñalada final. La bala de plata no aparecía aunque bien pudo ser con el tenue cabezazo de Seferovic que Robin Olsen atenazó sin grandes complicaciones.
A quince segundos de culminarse los tres minutaos adicionados por el juez esloveno Skomina, un contragolpe letal dejó al sueco Martin Olsson solo de cara a Sommer, sin embargo Michael Lang lo tocó justito frenando su marcha. El árbitro sancionó penal y expulsó al defensa pero tras consultarlo con el VAR tiró atrás su fallo cobrando falta en la medialuna, el toque había sido claramente afuera del área. Y fue lo último.
Ganó Suecia un partido discretísimo, y con poco fútbol logró realmente mucho. La Blågult llega a Cuartos de Final luego de perderse las últimas dos ediciones Mundiales y sueña con repetir lo realizado en Estados Unidos 1994, donde fue Semifinalista. Ahora se medirá con quien resulte vencedor entre Inglaterra y Colombia.
Suiza buscó reaccionar cuando fue demasiado tarde, pagó caro su falta de ambición y se despide de Rusia en un cotejo donde terminó muy por debajo de sus posibilidades.