La capital germana se plagó de otomanos. Con un millón y medio de turcos viviendo en Alemania, el Olímpico de Berlín vivió una situación totalmente insólita en el amistoso que se disputó este sábado aprovechando la doble fecha FIFA.
Sonó el silbato en terreno teutón y rápidamente llegaron abucheos para los jugadores de Die Mannschaft. Cuando la visita recuperaba la pelota y avanzaba se escuchaban gritos de algarabía. Y ni hablar cuando los de Vincenzo Montella le metieron dos goles al equipo de Julian Nagelsmann.
El Olímpico de Berlín tuvo más presencia de turcos que de alemanes. De esa manera, y por esas cosas del fútbol, Alemania hizo de local ante Turquía pero por el sonido ambiente de los espectadores fue visitante en su propio hogar.
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