Luis Enrique, en este siglo dirigió al Barcelona. Sin embargo, el delantero que por ese entonces miltaba en el Real Madrid, fue protagonista de uno de los episodios más violentos dentro de un campo de juego en una Copa del Mundo. Se jugaban los cuartos de final de Estados Unidos 1994 y Mauro Tassotti le aplicó un codazo que lo dejó sangrando y sin la chance de tomar revancha hace exactamente 28 años.
Era un 9 de julio y el Foxboro Stadium de Boston recibía a Italia y España. La Azzurra había tenido una floja etapa de grupos donde todos terminaron con cuatro puntos. Aquella inolvidable zona junto a México, Irlanda y Noruega dejó a los de Arrigo Sacchi en el tercer lugar para ingresar por la ventana a la fase decisiva del campeonato. Lo de la Furia Roja, en contrapartida, había sido muy bueno ya que más allá de un empate inicial contra Corea del Sur, después igualó con Alemania y vapuleó a Bolivia.
El juego en sí fue atractivo. Dino Baggio abrió la cuenta para que los tanos se vayan arriba en el marcador al descanso. José Luis Pérez Caminero empató y todo se encaminaba a la definición por penales. No obstante, Roberto Baggio, de brillante carrera, puso el 2 a 1 cuando iban 43 minutos del segundo tiempo y dejaba vacío al elenco de Javier Clemente.
Sin embargo, en tiempo de descuento, llegó un centro pasado en el área Azzurra. Luis Enrique atinó a buscar el esférico pero Tassotti se lo sacó de encima con un codazo que le hizo sangrar la nariz a su rival. Furioso, el otrora zaguero del Merengue, protestó, lloró y mostró su lastimadura. No obstante el dolor fue aún más grande. Sandor Phul, árbitro húngaro, dejó seguir como si nada. Y así España volvió a sus pagos mientras que Italia continuó su camino hasta la final.
Foto: Diario El País / KOTE RODRIGO