La última derrota del Candombero en Isla Maciel fue el pasado 23 de agosto del 2014 frente Argentino de Quilmes. A partir de ese entonces hilvanó un invicto de 18 partidos, sin contar el traspié en el Reducido frente a Dock Sud, puesto a que se jugó en el Municipal de Pilar. Y la racha, tras el 2 a 1 favorable para los de Jorge Franzoni, continuó. La víctima en este caso fue el Lila, que sumó su decimotercera caída en la temporada.
El presente de ambos, en los papeles, arrojaba un resultado obvio. No obstante Sacachispas jugó un buen partido en el Osvaldo Baletto a pesar del resultado final. Una vez más, el trabajo en el mediocampo de de Franco Benítez, permitió que el rival no pudiese brillar y que a los de Villa Soldati no le generasen tanto peligro. Sin embargo, San Telmo, con oficio, se encargó de liquidar el asunto para evitar sorpresas.
Iban 13 minutos cuando Matías Correa abrió el marcador para el local. A partir de ese entonces, el Candombero manejó el partido a su antojo pero topándose con un Lila que en la zona media ya comenzaba a frenarlo para evitar que la caida fuese mayor. No obstante, en el arranque de la complementaria, Nahuel Oviedo conectó de cabeza en una jugada que protestaron todos los jugadores del conjunto dirigido por Norberto D´Angelo. El árbitro, Maximiliano Ramírez, se apoyó en sus asistentes para convalidar el tanto que generó la bronca del contrincante.
Parecía todo liquidado en Isla Maciel; pero los de Franzoni se conformaron, y los de Villa Soldati descontaron rápidamente con una mediavuelta de Mariano Lutzky que fue inatajable para Sebastián Anchoverri. Con más de media hora por delante, la visita no tuvo resto ni ideas como para lograr el empate aunque sí contó con situaciones aisladas que no llegaron a destino.
San Telmo estiró su invicto en casa, el mismo que le permite crecer en la tabla de posiciones y meterle presión al líder, Talleres de Remedios de Escalada. Sacachispas volvió a ser preso de su floja campaña y se fue derrotado por 2 a 1 en un reducto que lleva ya casi once meses siendo imbatible. El presente de ambos cumplió con los pronósticos. El resultado era obvio.