Sanma entró de vacaciones el 7 de diciembre tras empatar sin goles frente al Lechero en el sur del Gran Buenos Aires. La flojísima temporada lo ubicó último en el primer semestre y lo condenó a mirar para el resto del campeonato a la tabla de los promedios. Sucede que el equipo de Néstor Ferraresi retomará el ruedo con solo dos equipos por debajo suyo en la grilla que nadie quiere observar: General Lamadrid y Berazategui.
No será un 2019 fácil para San Martín de Burzaco. Urgido de unidades, el club ya tuvo seis bajas y una sola incorporación. El arribo de Javier Monzón, proveniente de Luján, fue la única cara nueva para la escuadra sureña que con el correr de los días se fue desprendiendo de profesionales con larga trayectoria en el fútbol de ascenso.
Sergio Valenti, otrora goleador de Argentino de Quilmes, no seguirá en Sanma. Tampoco lo hará una de sus figuras como Maximiliano Ortigoza. Quien también se bajó del barco fue el «Pelado», Daniel Sosa. La lista terminó engrosándose con Cristian Tello, Alexis Ávalos y Mateo Zarasua.
Si bien el objetivo claro será mantener la categoría, San Martín de Burzaco tendrá un arduo trabajo previo al inicio de la competencia oficial. El plantel volverá a las actividades el 3 de enero pero el sábado 12 deberá medirse con Claypole en condición de visitante y, luego, recibirá al Tambero en un ida y vuelta que se transforma en un derby amistoso de la zona sur.