Este jueves se cumplieron seis años de aquel partido clave en donde San Lorenzo hizo el click mental, y obtuvo la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores 2014, que después terminaría ganando.
Llegaba la última fecha de la fase de grupos de aquella edición del máximo torneo continental. El Ciclón dirigido por Edgardo Bauza llegaba con un pie afuera de la copa, y recibía en el Nuevo Gasómetro al Botafogo de Brasil con la obligación de ganar, esperar que Independiente Del Valle no derrote a Union Española en Chile, ya clasificado, y en el caso de que eso suceda, ganar por goleada.
Los partidos comenzaron a la par, y rápidamente llegaban noticias desde el otro lado de la cordillera donde a los 10 minutos, Unión Española se ponía en ventaja, y de inmediato, los ecuatorianos lograron igualar las acciones. Mientras tanto, acá en Buenos Aires, San Lorenzo ganaba con gol de Villalba al final de la primera mitad, y así al entretiempo se estaban clasificando los chilenos y los argentinos.
En el complemento se vivió la intensidad típica de una noche copera en la que si alguien dice que los milagros no existen, eso estuvo muy cerca de serlo. De entrada nomás, Angulo comenzó a traer malas noticias desde Chile. El ecuatoriano fue un dolor de cabeza para los chilenos y los hinchas del Ciclón. A los 3 minutos, puso en ventaja a Independiente Del Valle, y así obligaba a San Lorenzo a ganar por tres tantos de diferencia. Pero a los 9, apareció Piatti, clave en la obtención del Inicial 2013, y puso el 2-0 que aún no alcanzaba.
Pero Angulo, otra vez, volvió a anotar a los 12, puso el 3-1 para su equipo en Chile, y así exigía al Ciclón a ganar por cuatro tantos. Sin embargo, el equipo transandino reaccionó y en doce minutos dio vuelta la historia para darle un poco de tranquilidad a los hinchas azulgranas, pero que pasarían un final muy dramático. Porque otra vez Angulo marcó, selló su hat trick, puso el 4 a 4, que rápidamente se transformó en 4-5 a favor de los ecuatorianos a falta de 12 minutos para que terminen ambos juegos.
San Lorenzo necesitaba un gol como mínimo para clasificar, o esperar a que Union Española logre empatar su juego. Sin embargo ese tercer gol azulgrana llegó. A los 88 minutos, Torrico sacó largo, Matos peinó y habilitó a Piatti que se fue solo mano a mano contra el arquero y definió arriba para sellar el 3 a 0 con el que terminó el juego en Buenos Aires. Los jugadores se abrazaron y escucharon el final del juego en Chile, y esos dos minutos fueron interminables para cuerpo técnico, players e hinchas, que se unieron en un grito de desahogo con el final del juego del otro lado de la Cordillera.
San Lorenzo obtuvo la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores, siendo el segundo peor segundo, solo arriba de Nacional de Paraguay, equipo con el que llegaría a la final. Antes venció a Gremio en octavos, Cruzeiro en cuartos y a Bolivar en semifinales. Pero sin lugar a dudas ese partido frente a Botafogo fue un quiebre en el equipo que se afianzó, y tuvo la fortaleza mental como para encarar el mata o muere de aquella Copa Libertadores 2014 que sería la primera en la historia azulgrana.