La lluvia incomodó a todos pero el espectáculo en el Nuevo Gasómetro dejó emociones por doquier y una intriga tremenda de principio a fin. San Lorenzo y San Martín de San Juan empataron 2 a 2 en un duelo de ida y vuelta con goles, patadas y agua por todos lados. El Cuervo sufrió a un jugador propio con la camiseta rival como Ezequiel Montagna que hizo el partido de su vida con dos golazos y hasta pidió perdón por las anotaciones. El empate fue lo más justo.
Los hombres de Diego Aguirre salieron decididos con el control de la pelota y más intenciones de ataque que el Verdinegro y por eso la ventaja llegaría en los pies de Fernando Belluschi con un tiro libre magistral al ángulo del arco de Luis Ardente. El gol del azulgrana despertó a los dirigidos por Pablo Lavallén y un minuto después Ezequiel Montagna les quitó la sonrisa a los fanáticos locales. El volante apiló rivales en el costado izquierdo del área chica y definió rasante a la red de Sebastián Torrico. A partir de ahí, los sanjuaninos crecieron y fueron los dueños de la pelota con presión constante arriba con Villaruel y Denning y un mediocampo seguro y claro con Lugo, Navarro y Gelabert. Otra vez el chico que pertenece a San Lorenzo y que viste la casaca verde y negra se lució a la media hora del primer tiempo bajo la cortina de agua que caía en el Bajo Flores. El mediocampista se mandó nuevamente por la izquierda, envió un centro y el palo corrigió para anotar el segundo. Una vuelta inesperada.
El ritmo de juego del club de San Juan bajó en el complemento. La cancha mojada cansó a todos los jugadores y no se vieron situaciones de peligro. El Cuervo tomó la «posta» por la obligación de alcanzar la igualdad pero sin claridad y con pocas ideas. El empate apareció por intermedio de un penal convertido por Nicolás Blandi con una gran ejecución ante Ardente. Las barridas, algunas patadas fuertes y la lesión de Ezequiel Cerutti (en un choque con Montagna) fueron las acciones más interesantes de los últimos minutos que carecieron de fútbol.
El punto le cae mejor al Verdinegro que no sólo sumó en una cancha difícil como el Pedro Bidegain sino que también realizó un gran trabajo poniendo en apuros a uno de los cinco grandes. El Cuervo dejó varias dudas con una defensa débil y deficiencias en ataque. San Lorenzo y San Martín quedaron mojados y empatados en la noche de Capital Federal pero el equipo dirigido por el uruguayo Aguirre recibió una «Montagna» de su propia medicina.