Aguantó los embates iniciales y luego dio vuelta una historia de ensueño en el Giuseppe Meazza. La Loba no la pasaba bien con el Nerazzurri aunque, a base de esfuerzo e inteligencia, el equipo de José Mourinho se llevó los tres puntos gracias a un 2 a 1 súper laborioso.
Era todo del Inter en el arranque. Un cabezazo de Lautaro Martínez en la primera jugada de riesgo, un gol anulado a Edin Dzeko por offside, y un zapatazo de Hakan Calhanoglu que despintó el caño izquierdo de la Roma eran el menú a la carta en Lombardía.
El premio para los de Simone Inzaghi llegó a la media hora porque Nicolò Barella dibujó un pase perfecto a la puerta del área grande. Federico Dimarco le ganó la marca a Mehmet Zeki Çelik y, con un disparo sorpresivo, casi empujando con la punta del botín, descolocó a Rui Patricio para marcar el 1 a 0.
Parecía que Inter tenía la victoria abrochada y que no iba a sufrir en el Giuseppe Meazza. No obstante Roma reaccionó. A los 37 minutos, Samir Handanovic tuvo una doble salvada providencial pero en la siguiente no pudo hacer nada. Un centro de Leonardo Spinazzola encontró a Paulo Dybala que, de primera y con un zurdazo, puso el 1 a 1 con el que marcharon ambos al descanso.
En la complementaria el juego cayó en una meseta hasta que la visita quebró la paridad. Lorenzo Pellegrini levantó un tiro libre y, por detrás de todos, apareció Chris Smalling. El frentazo del inglés dejó atónito a Handanovic que no pudo ni siquiera moverse y tuvo que ir a buscarla al fondo de su cueva.
Inter no le encontró la vuelta y su magia duró sólo media hora. Roma pudo liquidarlo en una jugada de Tammy Abraham aunque después aprovechó una trifulca sobre el epílogo para enfriar el juego y asegurar el triunfo. Los de Mourinho se impusieron por 2 a 1 en Lombardía, hundieron al subcampeón, y volvieron a sentar bases para pelear arriba en la Serie A.
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