El Rossoneri sorteaba uno de los escollos más complicados del calendario italiano. Por la fecha 17 de la Serie A, el campeón reinante tenía todo controlado hasta que, en la recta final, el Giallorossi remotó dos tantos en contra para conseguir un glorioso empate 2 a 2.
Roma ya había jugado en el Giuseppe Meazza durante la presente temporada y soñaba con repetir esa victoria que le propinó al Inter allá por el mes de octubre del año pasado. Sin embargo, el equipo de José Mourinho recién rescató un punto ante un Milan que masticará mucha bronca por el triunfo que se le escapó de las manos.
No sobraron las emociones pero alcanzaron para que el juego no termine igualado sin goles. La primera situación de riesgo llegó recién a los 28 minutos del primer tiempo con un derechazo de Brahim Díaz desde la mediauluna que Rui Patricio manoteó por encima del travesaño.
En la acción siguiente, desde el córner, llegó el grito del Milan puesto a que Pierre Kalulu Kyatengwa se tiró de palomita después de ganarle la marca al brasilero Ibáñez. El frentazo del francés sorprendió por completo al guardameta de Roma que nada pudo hacer para evitar la caída de su valla.
La visita mejoró su performance antes del entretiempo pero apenas inquietó con un derechazo de Nicola Zalewski que se fue cerca del palo izquierdo del rumano Ciprian Tatarusanu. En contrapartida, el dueño de casa fue quien recuperó el dominio cuando arrancó la complementaria.
Milan intentó cerrar la noche antes de tiempo. En el segundo período probó suerte con un zapatazo de Theo Hernández que Rui Patricio cubrió dando rebote. Un rato más tarde, el guardameta portugués atrapó un buen cabezazo de Olivier Giroud que llegó inspirado tras su gran performance en la Copa del Mundo.
Al cuarto de hora de la complementaria, Brahim Díaz intentó con un disparo de media distancia que se fue apenas ancho. La tranquilidad llegó a los 31 cuando Rafael Leão arrastró marcas y descargó para la solitaria entrada de Tommaso Pobega que con cara interna del botín zurdo no perdonó a la cueva de La Loba.
A cinco para el cierre, el Giuseppe Meazza se inundó de suspenso porque La Loba descontó a través de un córner desde la banda derecha donde Ibáñez metió un frentazo que se tornó inatajable para Tatarusanu. Mourinho, quemó naves y le dio resultado.
En el descuento, al Rossoneri le jugó en contra el nerviosismo. Así fue como en el tercer minuto de adición llovió una pelota parada al área local. Nemanja Matic ganó de cabeza y Tatarusanu salvó milagrosamente. Sin embargo, en el rebote, Tammy Abraham no perdonó y desató la locura en el banco visitante.
Roma reaccionó a tiempo en Lombardía y volvió a la capital italiana con un punto que tuvo sabor a victoria. Milan controló, sufrió en el cierre, y pasó de quedar a cinco de la cima a repartir unidades que lo alejó del Napoli. El 2 a 2 graficó un verdadero partidazo en el Giuseppe Meazza.
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