El sueño del conjunto de Marcelo Gallardo terminó en pesadilla justamente en Noche de Brujas. El Millonario pasó de estar arriba 2 a 0 en La Fortaleza, e incluso con un global favorable de 3 a 0, a caer por 4 a 2 con el Granate y quedar eliminado alevosamente de la Copa Libertadores de América en menos de una hora.
River ganaba cómodamente en el sur y saboreaba una final continental más en su riquísima historia. Sin embargo, en Halloween aparecieron fantasmas del pasado que lo pusieron contra las cuerdas y lo despojaron de todo. Porque Lanús en un momento necesitaba meterle cuatro goles y, a medida que lo iban logrando, recordaron que Peñarol ya lo había hecho con el mismo rival en el mismo campeonato pero allá por 1966.
Aquél histórico triunfo del Manya sobre el Millonario por 4 a 2 retumbó en la memoria de cada hincha riverplatense. Y así fue como un hijo pródigo que dio la cantera del club más ganador a nivel nacional se terminó convirtiendo en verdugo.
José Sand, al que muchas veces lo han matado, se puso de pie en Halloween para desempolvar todo su pasado y convertirlo en presente. El «Pepe» descontó y empató en la noche más tétrica de la era Marcelo Gallardo. Después apareció Lautaro Acosta y por último Alejandro Silva para sellar un triunfo que quedará para los anales del fútbol argentino.
La pesadilla incluyó una terna arbitral colombiana que perjudicó a la escuadra porteña. El debut del VAR en tierras argentinas fue un cuco para el equipo de la banda colorada que se despidió en semifinales de la Copa Libertadores y encima, el domingo, deberá recibir a un Boca Juniors que ganó todos los partidos que disputó en la actual temporada de la Superliga local.
Sin lugar a dudas, en la noche de Halloween, River no quiso truco, eligió dulce y terminó con un sabor amargo frente a un Lanús que se prepara para jugar la primera final de Copa Libertadores de su historia.