Entre 1986 y 1994 el clásico de Avellaneda tuvo un solo dueño o, en todo caso, terminaron empatados. El Rojo estuvo un largro trecho sin derrotar a la Academia en ese lapso de tiempo que contó justmente con un derby inolvidable donde los de celeste y blanco se impusieron por 1 a 0 con un tanto de Julio Olarticoechea un 15 de abril de 1990 hace, exactamente, tres décadas.
Racing estaba dulce. La Supercopa y un sprint sin derrotas ante Independiente le permitían saborear algunas mieles mientras otras le eran esquivas. Y una victoria, en el momento justo en el cual sus vecinos llegaban con serias intenciones de darle pelea arriba de todo a River, fue el premio para los que por ese entonces conducía el uruguayo, Nelson Chabay.
En el Cilindro, la Academia saltó al campo de juego con Carlos Ángel Roa, Jorge Federico Reinos, el «Tata» José Luis Brown, Néstor Fabbri, Sergio Miguez, Mario Vanemerak, Hugo Pérez, Julio Olarticoechea, Osvaldo Salvador Escudero, Fernando Lanzidei, y Marcelo Gómez. Su contrincante lo hizo con Sergio Bernabé Vargas, Marcelo Morales, Pedro Damián Monzón, Oscar Altamirano, Guillermo Daniel Ríos, el «Chaucha» José María Bianco, Ricardo Giusti, Rubén Darío Insúa, Ricardo Bochini, Martín Félix Ubaldi, y Carlos Alfaro Moreno.
El encuentro arrancó picante. Juan Carlos Crespi dejó con diez hombres a ambos elencos a los 18 minutos del primer tiempo cuando el colegiado fue advertido por sus asistentes de una pelea entre el «Coco» Reinoso y el «Beto» Alfaro Moreno. La visita perdía al olfato goleador mientras que los de Chabay se quedaban sin un zaguero. Sin embargo, el 0 a 0 acompañó a ambos hasta el entretiempo.
La Academia venía con una sequía de victorias que incluían empates ante Rosario Central, Deportivo Español, Vélez, Ferro y una derrota mezclada entre esos cotejos contra River en el Cilindro. Sin embargo, cada domingo, la ilusión se renovaba y esa tarde había un as guardado bajo la manga ya que a los 8 del segundo tiempo, el «Pichi» Escudero, que venía enloqueciendo al «Luli» Ríos, volvió a ganarle la cuerda. El ex Rosario Central mandó el centro, Gómez a la carrera castigó contra Vargas, y tras el rebote apareció como una locomotora el «Vasco» Olarticoechea para mandarla al fondo de la red y desatar la locura del público local.
Con la victoria en favor del dueño de casa, el Rojo salió desesperado a buscar el empate pero el «Lechuga» Roa se quedó con un cabezazo de Bochini y, cerca del epílogo, Carlos Morales Santos frente al arco la mandó por encima del travesaño tras la asistencia de Ubaldi. La bronca del conjunto de Jorge Solari volvió a mostrarse otra vez sobre la verde gramilla cuando, en el adicionado, el «Gringo» Giusti revoleó por el aire a Vanemerak y dejó a su equipo con nueve protagonistas.
Independiente sumó un nuevo capítulo de clásicos sin poder cantar victoria y jamás imaginó que esa racha se extendería hasta 1994. Así el sueño de campeonar en el torneo largo se desvanecía mientras la fiesta era toda de Racing que, con ese 1 a 0 de un Olarticoechea que se preparaba para el Mundial de Italia 90, escribía otra de sus exquisitas páginas hace exactamente 30 años atrás.