La Academia derrotó a su eterno rival por la mínima diferencia en el Cilindro de Avellaneda y, estiró su momento dulce, que se contrasta con el presente del Rojo. Diego Milito de penal anotó el único tanto de un partido con muchos vaivenes. De esta manera los dirigidos por Diego Cocca no sólo se quedaron con el clásico, sino que también cosecharon su sexto triunfo seguido en casa para no perder pisada en el torneo local.
Intenso fue el derby disputado entre Racing e Independiente. Los de Jorge Almirón se aproximaron más al área rival pero no supieron encontrar los espacios necesarios para vulnerar la valla de Sebastián Saja. En cambio la escuadra albiceleste fue más efectiva, aprovechó mejor los espacios, e incluso contó con situaciones claras para ampliar la ventaja aunque sin lograrlo.
A los once minutos de juego, Marcos Acuña, hizo delirar al público de la Academia con un gol que, Germán Delfino, a instancias de Ariel Scime, se encargó de anular por offside. Otra vez el ex Ferrocarril Oeste estuvo cerca abrir la cuenta cuando aprovechó una desatención del fondo rival pero Diego Rodríguez desactivó el disparo con un manotazo al tiro de esquina.
De tanto ir al frente, el «Huevo» ya se había convertido en la figura del partido y, fue a él, a quien le cometieron una infracción dentro del área. Víctor Cuesta enganchó al mediocampista local y el colegiado no dudó en marcar la pena máxima. Fue en ese entonces cuando Milito se adueñó de la caprichosa, respiró hondo, y abrió la cuenta acomodando la pelota contra el mismo poste hacia donde voló el «Ruso» Rodríguez.
Con el 1 a 0, Racing retrocedió algunos metros y le cedió el terreno a Independiente que fue en búsqueda del empate. Allí comenzó a erigirse la figura de Sebastián Saja para ahogarle la igualdad a Lucas Albertengo y para estar muy atento en dos cabezazos riesgosos de Nicolás Tagliafico y Martín Benítez. De esta manera, y algo asediado por la visita, el conjunto de Cocca se fue al descanso, arriba en el marcador, por la mínima diferencia.
Pero en la complementaria el dueño de casa no sufrió sobresaltos a pesar jugar la mayor parte del tiempo en su campo. Incluso el último campeón del fútbol argentino fue quien contó con las situaciones más peligrosas aprovechando la velocidad de sus puntas en los contragolpes. Lo tuvo Oscar Romero con un disparo por lo bajo que salió muy cerca del poste izquierdo de Rodríguez, también Iván Pillud con un intento desde afuera del área, Delfino anuló correctamente un tanto de Washington Camacho en posición adelantada, y también, increíblemente Milito desperdició una chance con todo el arco a su merced tras haber dejado en el camino al guardameta visitante.
El Rojo, que iba en busca de la igualdad pero carecía de ideas, bajó su intensidad con el correr de los minutos. El cansancio y la frustración llevaron al equipo de Almirón a cometer faltas. Justamente en una de ellas se fue expulsado Federico Mancuello por una fuerte entrada, y sin pelota, a Gustavo Bou.
Independiente, sin rumbo, se entregó en el Cilindro. Racing pudo haber ganado por más pero, como su historia manda, necesitaba sufrir hasta el final. El 1 a 0 le permitió festejar a la Academia que el jueves tendrá una parada clave, ante Guaraní de Paraguay, donde se jugará la clasificación a cuartos de final de la Copa Libertadores. Aunque por lo pronto saborea el dulce que genera un clásico ganado por el esfuerzo de todo el equipo, la inspiración del «Huevo» Acuña, y el corazón de Diego Milito.