La Academia y el Lobo igualaban 1 a 1 en el José María Minella por sendos errores de sus guardametas. Sin embargo, el temporal que se desató durante la contienda, obligó al colegiado Jorge Baliño, a suspender el encuentro cuando el primer tiempo se acercaba a su epílogo. De esta manera, no hubo ganador en la Copa Amistad, pero sí inquietudes en los entrenadores sobre los desaciertos defensivos.
Racing debutaba en el torneo de verano y estrenaba pilcha. Gimnasia y Esgrima La Plata ya había tenido un compromiso en el Mundialista el pasado lunes donde cayó, sin atenuantes y por 4 a 1, ante Banfield. Sin embargo el partido en sí ya tenía un panorama marcado por las inclemencias climáticas que azotaron a La Feliz cuando la tarde estaba cayendo.
En los 42 minutos que duró el partido no hubo mucho para ver. El viento y la lluvia cobraban protagonismo a cada rato sumado a la dureza típica de la pretemporada. Posiblemente fueron los de Diego Cocca quienes controlaron un poco más el balón pero fue el Lobo quien se adelantó en el tanteador cuando, a los 17, Lucas Licht puso en órbita una pelota parada sobre el área rival. Agustín Orión salió a destiempo, nunca llegó a la pelota, dejó el arco desguarnecido y de esa manera, con total facilidad, Leandro Contín conectó de cabeza para marcar el 1 a 0.
El viento favorecía a los platenses pero la Academia iba con todo hacia la meta de Alexis Martín Arias. A la media hora Ramiro Carrera se lesionó solo por el estado del campo de juego pero luego el ex Arsenal regresó al partido. A los 36 minutos, y bajo una cortina de agua, llegó un tiro de esquina para los de Avellaneda en el que el arquero rival, Alexis Martín Arias, demoró en atenazar el esférico. Sergio Vittor anticipó a todos y delante de los guantes del portero del Tripero clavó el empate parcial. Sin embargo, el cotejo duro un poco más porque ya había zonas donde el balón se detenía, aparecían los charcos, a duras penas se divisaba y encima la actividad eléctrica ponía en riesgo la humanidad de los presentes.
Racing y Gimnasia empataron en lo que fue casi la mitad de un partido. El 1 a 1 no dejó aspectos positivos porque el clima, realmente, no permitió el desarrollo normal de un encuentro de fútbol. Eso sí, el saldo negativo lo dieron los arqueros. Con semejantes errores, y el chaparrón que no daba respiro, más de uno salió corriendo a los botes.