La suerte de la Academia. La histórica, la de siempre, la eterna. Y para como sumarle un capítulo extra, la figura de la noche llevó el mismo apellido que el presidente de Independiente, su eterno rival. Sebastián Moyano descolgó, tapó y brilló en Avellaneda para arruinarle la fiesta al último campeón de la Superliga que no pasó del 0 a 0 frente al Tatengue.
Posiblemente Racing equivocó los caminos. Tal vez si uno de los dos millones de centros que tiró el elenco de Eduardo Coudet se desviaba o inflaba las redes, la crónica del encuentro hubiese sido distinta. Pero Unión, que también contó con alguna situación tan aislada como certera, tuvo en su guardameta y los dos centrales a los pilares de la igualdad en el debut de la temporada 2019/20.
El dueño de casa buscó todo el tiempo anotar ese gol que se le venía negando desde el domingo pasado en la catastrófica derrota frente a Boca Unidos por Copa Argentina. Abusó de los envíos aéreos y creó cuatro chances que, claramente, no tuvieron la puntería deseada. La visita, en contrapartida, tuvo la más peligrosa del primer tiempo cuando Yeimar Gómez Andrade sacudió el palo izquierdo de la cueva defendida por Gabriel Arias.
La etapa inicial de Racing dependió sobre todo de los desbordes de Iván Alexis Pillud. A los 2 minutos de iniciado el juego, Jonatan Cristaldo sacó un remate cruzado que salió realmente cerca del poste derecho de Moyano. Parecía que sería un monólogo entretenido pero solamente se trató de un unipersonal que apenas levantó al público con otro zapatazo del ex Vélez Sarsfield que sacó Jonathan Bottinelli casi sobre la línea.
Con el 0 a 0 clavo en el marcador, al elenco de Coudet le maquinó la cabeza el recuerdo del tropiezo ante Boca Unidos. Contrarreloj afrontó una complementaria con la misma tónica donde, más allá que se reclamó un penal no sancionado por Nicolás Lamolina, hubo que esperar hasta los últimos seiscientos segundos de la contienda para encontrar alguna situación de peligro en la escuadra local.
Iban 35 cuando el «Pulpo», Diego González, probó desde 25 metros y encontró la notable reacción de Moyano para desviar la caprichosa al tiro de esquina. En la jugada siguiente fue Matías Zaracho el que remató esquinado hallando al ex Godoy Cruz de Mendoza reclinado contra la base de su palo derecho para mandar la redonda nuevamente al córner. Y mientras el Tatengue apostaba a ganarlo de contra, la Academia contó quizás con la ocasión más clara de la noche en un mano a mano que, el otrora Banfield, Darío Cvitanich definió al cuerpo del arquero cuando ya se jugaba tiempo de descuento.
Unión se llevó un punto de oro para Santa Fe tras empatarle al último campeón de la Superliga con un esquema bastante defensivo que contó con algún que otro golpecito sobre la resistencia de su rival. Racing, al igual que contra Boca Unidos, no pasó del 0 a 0 porque otra vez le cruzaron un camión en el medio del arco. Y esta vez, justamente, el culpable se llamó Moyano.