Aquella temporada 2009/10 del Nacional B tuvo un campeón indiscutbile que fue Olimpo de Bahía Blanca. Sin embargo, el segundo ascenso se dirimía por cantidad de puntos y al Cervecero le bastó con un empate 0 a 0 sobre Belgrano de Córdoba para obtener dicho pasaje a la elite del fútbol argentino un 15 de mayo de 2010 hace exactamente diez años.
La fría tarde otoñal preparaba una verdadera fiesta en el Estadio Centenario. Ya conducidos por Jorge Ghiso, el elenco de «Vitrola» venía en caída libre pero necesitaba sumar un punto en su casa para acabar con un certamen que lo tuvo como candidato al título y terminó padeciendo la ausencia de victorias sobre el final.
Olimpo ya había liquidado su historia y volvía a Primera. Faltaba determinar quien lo acompañaría por la vía rápida y, a esa última jornada, llegaba el Cervecero mejor perfilado que nadie. Con 63 unidades, lo escoltaban Atlético Rafaela, Instituto de Córdoba y All Boys con tres unidades menos que apostaban seriamente a un triunfo de Belgrano en el sur del Gran Buenos Aires. Nada de eso sucedió.
La Crema hizo lo suyo y venció a Platense por 2 a 0 con un tanto de Pablo Nieva en contra y el otro de Matías Gigli. El Albo se impuso en Floresta por igual marcador sobre Independiente Rivadavia con goles del «Cabezón» Fernando Sánchez y Mauro Matos. Ellos, con la radio pegada a la oreja, aguardaban por un grito del Pirata que jamás llegó. El encuentro en el Centenario era tedioso, malo, apático. Mientras tanto, la Gloria, se bajaba sola del barco perdiendo 3 a 0 con Tiro Federal de Rosario.
La única preocupación que tenía el Cervecero esa tarde era no perder. La realidad marcaba que el equipo no ganaba desde el 14 de abril cuando vencieron al Tigre de Barrio Ludueña por 1 a 0 en condición de local. Después llegaron empates con San Martín de Tucumán, la Lepra de Mendoza, la Comisión de Actividades Infantiles, una derrota con Ferro, y otra vez la igualdad ante el ya descendido Calamar.
Con un plantel compuesto por Emanuel Trípodi como arquero inamovible a pesar de contar con Marcelo Pontiroli dentro de sus filas también. Con Miguel Caneo, Francisco Cerro, Facundo Sava, Juan Manuel Herbella y Enzo Kalinski, entre otros, Quilmes le puso fin al letargo de tres años sin jugar en Primera División. Aquél empate 0 a 0 en la fría tarde del 15 de mayo de 2010, hace exactamente una década, ponía al Decano en la categoría de la cual nunca tuvo que haberse ido.